Daniel Pi
@BastionBoxeo

Cuando un campeón consolidado se enfrenta a un aspirante inexperimentado y cuyo posicionamiento en el top 15 es cuestionable, se espera una amplia victoria del monarca, como la que logró la pasada madrugada por decisión unánime el mexicano Óscar Valdez (26-0, 20 KO), campeón mundial WBO del peso pluma, ante el retador voluntario estadounidense Jason Sánchez (14-1, 7 KO). No obstante, aunque las cartulinas fueron acertadas y dieron doble 118-109 y 117-110, lo cierto es que en varios momentos Valdez evidenció brechas que deberían preocupar a su equipo.

Durante la primera mitad el control de Valdez fue bastante sólido, teniendo éxito crucial con su mano adelantada tanto en contundente jab como en croché y gancho zurdo, golpe con el cual, tras ajustar brillantemente la distancia saliendo y entrando, en el quinto asalto tumbó a Sánchez. El retador no se vio muy afectado por esa caída, sino que pronto se recuperó completamente y siguió tratando de llegar con sus manos con más voluntad que acierto, puesto que Valdez realizó eficaces pasos atrás y movimientos de cintura y hombros para quitarse muchos golpes.

Con todo, poco después de la mitad, el enfrentamiento cambió un tanto y ya no fue tan extenso el dominio del monarca, que pareció acusar cansancio, que volvió a quedarse repetidamente en la distancia media-corta sin necesidad y que tuvo que soportar las tenaces andanadas de un Sánchez que, ante la mayor oportunidad de su carrera, quiso esforzarse por ir más allá de lo que su nivel le permitía. De ese modo, el aspirante conectó buenas series de rectos y eventualmente tomó la iniciativa, llegando a empujar hacia las cuerdas a un Valdez que no ofreció siempre la esperada respuesta.

En cualquier caso, el titular era superior en todo ámbito boxístico, por lo que no sólo pudo evitar castigo y contraatacar con precisos ganchos zurdos en los cruces de golpes, provocando un corte debajo del ojo derecho de su rival, sino que cuando llegó su segundo aire consiguió impactar manos de poder en croché diestro y hook de mano adelantada que dañaron a un Sánchez que terminó el duodécimo asalto recibiendo combinaciones de curvos sin respuesta y a pocos instantes de un KOT.

Por una parte, Valdez cumplió con su trabajo y venció claramente a un adversario que entraba a la pugna sin que se le diesen posibilidades. Aun así, pese al cambio de entrenador y a las supuestas mejoras conseguidas con él, Valdez siguió mostrando los mismos defectos de sus peores actuaciones, o sea ser incapaz tanto de mantener la pelea en la larga cuando esto le interesa como de evitar los intercambios para llegar con manos decisivas, además de padecer bajones de rendimiento peligrosísimos. Valdez no lo negó y señaló tras la pelea:
“Algunas veces me canso y no estoy seguro de si es por la pérdida de peso. Hablaremos como equipo y haremos lo que sea mejor”.

Desde hace tiempo se apunta a que Valdez podría subir al peso superpluma para dejar atrás los problemas para marcar el peso pluma, apuntándose a un interesantísimo duelo contra Miguel Berchelt. Sin embargo, su promotor Bob Arum es demasiado listo como para no saber que su ritmo entrecortado y sus problemas en el boxeo sin iniciativa tendrían malos resultados ante el agresivo Berchelt, de modo que, como se asegura que cerrará el año en una mayúscula pelea, posiblemente si permanece en el peso pluma Valdez se mida a Carl Frampton, un púgil que pasa por un momento de duda, que también intercambia golpes sin necesidad, que se está mostrando inconsistente y que es desde hace meses la principal opción evaluada por Top Rank.