Daniel Pi
@BastionBoxeo

Según ha hecho pública la propia WBA en sus canales oficiales, la subasta organizada ayer para el enfrentamiento entre Manuel Charr (31-4, 17 KO) y Fres Oquendo (37-8, 24 KO), que tendrá en juego el título regular del peso pesado, fue vencida por los representantes del segundo. La cantidad ofrecida por el mánager de Charr, de 82.000 euros, fue amplísimamente superada por el de Oquendo, que puso sobre la mesa una puja ganadora de nada más y nada menos que 490.000 euros, que será repartida al 50% para cada boxeador siguiendo los estatutos de la Asociación Mundial de Boxeo.

Teniendo en cuenta tanto las dispares cifras ofrecidas como el resultado, la subasta ha provocado la sorpresa de muchos, especialmente por la aparente confianza que el equipo de Oquendo tiene en las posibilidades de vender este encuentro al público de Estados Unidos, donde probablemente se dispute el combate el 4 de mayo en Chicago (ciudad en la que reside), siendo una fecha alternativa el 28 de mayo en Puerto Rico (lugar en el que nació). Hay que recordar que Oquendo, de casi 45 años, no boxea desde julio de 2014, cuando cayó derrotado ante Ruslan Chagaev, adquiriendo esta oportunidad contra Charr simplemente por una resolución judicial en los tribunales civiles estadounidenses. Así, resulta difícil pensar que la compañía que representa sus intereses, siendo realista, pueda confiar en una victoria por su parte o en que el enfrentamiento despertará el interés de una gran masa de aficionados.

Por otro lado, llama la atención también la limitada cantidad ofrecida por el equipo de Charr, pareciendo o que su seguridad en la victoria, incluso a domicilio, es total o que no quería malgastar un dinero que podría ser necesario para un próximo encuentro, no pudiéndose descartar tampoco que simplemente hayan sido algo más racionales en la visión de un enfrentamiento que, por mucho que se venda como un campeonato mundial, sólo tendrá en juego un cetro secundario WBA por el que contenderán dos boxeadores muy por debajo del nivel de la élite.

De haber vencido la subasta Charr, éste pretendía situar el combate a inicios de abril, haciendo viable a comienzos o a mediados de verano un choque ante Pulev, pero como Oquendo situará el enfrentamiento uno o dos meses más allá en el calendario, las pretensiones del sirio-germano se verán puestas en duda al igual que sus conversaciones con el búlgaro, que si quiere evitar esperar hasta el último cuarto del año para disputar un combate importante deberá redoblar sus esfuerzos negociadores en otras vías o, quizás, reconsiderar ofertas descartadas.