Jai Opetaia (22-0, 17 KO) pagó un alto peaje el sábado pasado al arrebatar el título mundial IBF del peso crucero a Mairis Briedis.

Como deducíamos de su comportamiento al acabar la pelea, Opetaia terminó con fractura de mandíbula; doble, nada menos. El australiano sufrió la primera rotura ya en el segundo asalto, mientras que hacia el décimo o undécimo otro impacto de Briedis le provocó una segunda fractura, lo que explica su rendimiento mermado al final del pleito.

Opetaia, al contrario que un Briedis que prefería citar a Jake Paul antes que unificar su título, ya ha hablado de que le gustaría medirse a los mejores. En ese sentido, ha citado a Lawrence Okolie, campeón WBO, como uno de sus grandes objetivos. Este ha recogido el guante, por lo que se podría asistir a unir cinturones de una de las categorías menos atractivas en estos momentos del boxeo actual, con Arsen Goulamirian como eterno campeón WBA sin actividad alguna e Ilunga Makabu como poseedor del título WBC.