Daniel Pi
@BastionBoxeo

Aunque lejos de convencer al público de su propio país con su actuación, el olímpico británico Lawrence Okolie (14-0, 11 KO) (en la imagen) logró escalar un peldaño más en su hasta el momento exitoso recorrido profesional, ya que, el sábado en el O2 Arena de Londres (Reino Unido), se proclamó campeón de Europa del peso crucero batiendo por KOT en el séptimo asalto al monarca belga Yves Ngabu (20-1, 14 KO), que sucumbió ante el boxeo del local, mezcla de destreza y marrullería por su recurrente uso del clinch.

De todas formas, si bien el uso de los agarres de Okolie pudo parecer excesivo, el hecho es que en su combate ante Ngabu logró embarrar menos la contienda que en precedentes ocasiones. Y es que, en lugar de saltar directamente al clinch sin ni siquiera intentar soltar sus manos como otras veces hizo, esta vez Okolie aprovechó mejor su altura y su alcance, tirando precisos directos, uppercuts diestros y abiertos ganchos y crochés de esta misma mano para contragolpear las entradas de un Ngabu que avanzó demasiado frontal. Aun así, en cuanto el local impactaba o meramente lanzaba unas pocas de estas manos, el agarre era inmediato igualmente.

Con esta táctica que convirtió el duelo en uno tan deslucido y hasta cierto punto desordenado, Okolie se fue anotando asalto tras asalto ante un púgil fuerte y con cierta velocidad pero que fue totalmente neutralizado por la envergadura y la interrupción constante de las acciones del británico.

Además, Okolie supo plasmar mejor que en otros combates su pegada, de modo que poco a poco sus manos más nítidas fueron mermando a un Ngabu que no supo ajustar para dejar de caer en la misma trampa, que no encontró la forma ni de acortar los espacios con eficacia ni de conseguir conectar golpes de poder en corta y que en el séptimo round quedó totalmente desarbolado, aunque de pie, por una derecha recta precedida por un gancho zurdo. El visitante protestó entonces la parada arbitral, pero lo cierto es que, aunque podría haber dejado unos instantes más, era innecesario prolongar el suplicio, más aún teniendo el combate perdido ya a los puntos prácticamente.

Como ha variado tanto al hablar de sus objetivos, dudando entre si dar el paso decisivo, o sea la disputa de un mundial, o si por el contrario prepararse más antes, es complicado saber qué paso dará a continuación Okolie, pero salte directamente al campeonato WBA ante Arsen Goulamirian como ha apuntando a que quería hacer (se señala que Hearn tiene un principio de acuerdo con el titular francés) u opte finalmente por realizar una pelea adicional antes, el caso es que en 2020 le espera su primer mundial. En él tendrá muchas opciones de coronarse, dado que, contando de su lado la condición de local con el apoyo de Matchroom Boxing, cualidades y un arbitraje permisivo con sus clinches, será difícil que no logre salir con el brazo en alto ante un monarca que tendrá como mejor opción apoyarse en su contundencia a toda costa.