Daniel Pi
@BastionBoxeo
Son muchos los que creen que, tras su larga y exitosa carrera, el monarca mundial en cuatro categorías Nonito Donaire (38-5, 24 KO) debería encaminarse al retiro, pero el boxeador filipino, lejos de dar este paso, ha decidido realizar un movimiento extremadamente osado. Y es que ha sido confirmado oficialmente que Donaire, que realizó su última pelea ante Carl Framtpon en el peso pluma, participará en la rama del peso gallo de la segunda temporada del torneo World Boxing Super Series, emprendiendo un doble descenso de categoría para enfrentarse a los mejores boxeadores de la división.
Aunque son pocos los boxeadores veteranos que han logrado rendir a un buen nivel cuando han descendido una categoría, ni que decir tiene lo raro que resulta encontrar un púgil cerca del retiro que baje dos pesos, Donaire cree que será favorable para él militar en el peso gallo: “Creo que mi tamaño, experiencia y, sobre todo, mi potencia me darán ventaja sobre mis oponentes. Realmente estoy esperando este torneo. La gente siempre me ha preguntado sobre mi meta, y yo he contestado que es ser campeón indiscutido. Con este torneo esta meta ahora es alcanzable. Entrar en el torneo me da la oportunidad de mostrar mis habilidades contra los mejores de la categoría. Esta división está repleta de talento y eso es verdaderamente emocionante”.
Además de tener que gestionar su pérdida de rendimiento de los últimos tiempos añadida a una bajada de casi 4 kg (no pelea en el peso gallo desde 2011 ante Omar Narváez), Donaire tendrá que enfrentarse a boxeadores excelentes, en perfecto estado, que poseerán, a diferencia de él, derecho a seleccionar rival y que podrían elegirlo en la primera ronda como teórica víctima propiciatoria con la que buscar dar brillo a sus récords. Hay que mencionar que el titular IBF Emmanuel Rodríguez peleará en los cuartos de final contra su aspirante obligatorio Jason Moloney, dejando a Donaire como adversario potencial de los tres favoritos con derecho a elección de rival, seguramente Zolani Tete, Ryan Burnett y Naoya Inoue.
