Daniel Pi
@BastionBoxeo

Era evidente que la gran ventaja en peso de Luis Nery (26-0, 20 KO), que falló en la báscula por un enorme margen, sólo iba a hacer más contundente su triunfo en la revancha ante Shinsuke Yamanaka (27-2-2, 19 KO), que hace bastante tiempo que ha pasado su mejor momento y que se desdijo de su anunciado retiro para aceptar esta pelea, por lo que no ha resultado sorprendente que el mexicano haya vencido por nocaut técnico en el segundo round el choque de desquite que hoy se ha producido en el estadio Ryogoku Kokugikan de Tokio (Japón). Así, el cinturón mundial WBC del peso gallo, que Nery perdió en la romana, queda vacante.

En el inicio Yamanaka usó con acierto su jab y su directo a la contra a la vez que evitaba las manos de poder de su oponente, pero no tardaron a penas en llegar los problemas, dado que una serie de hooks al torso seguida por una combinación de curvos al rostro, rematada con un recto, le dañó ligeramente. Así, poco después se produjo una caída padecida por Yamanaka, que tocó la lona con el guante tras recibir un directo de mano adelantada, aunque el árbitro consideró que había resbalado. Pero no era así, por lo que en la reanudación ganchos al cuerpo y dos izquierdas rectas tiraron otra vez a Yamanaka, acabando el episodio poco después de la cuenta del tercer hombre.

En el segundo round Nery salió decidido a terminar la pelea, avanzando rápido tras su jab y encadenando agresivamente ganchos y directos antes de que un izquierdazo volviese a tumbar al local. Tras el segundo conteo de la pelea, Yamanaka intentó usar sus rectos de modo disuasorio, pero estaba afectado y un directo de mano adelantada lo volvió a tumbar. Valientemente, el japonés se alzó de nuevo e intentó seguir luchando pero, dos ganchos diestros arriba intercalados por uno de izquierda abajo, lo arrojaron otra vez al tapiz, decretando el árbitro el final.

Dado que el WBC ha puesto todo su empeño en proteger y beneficiar a Nery, incluso llegando a perdonarle un positivo en control antidopaje, no resultaría extraño que todavía, en el colmo de la desvergüenza, se le ofreciese la oportunidad de pelear de nuevo por el cinturón mundial del gallo, si bien parece evidente, después de sus recurrentes problemas para dar dicho peso, que “La Pantera” se verá obligado a encaminarse al peso supergallo. Será en esta nueva división donde deberá sacudirse el desprestigio que ha acumulado, puesto que, a pesar de su exultante celebración por su segunda victoria ante Yamanaka, no tiene motivos para el jubilo estando manchado su triunfo por el dopaje y por un fallo en la báscula tan grande que cuesta de creer que haya podido ser accidental.

Por su parte, Yamanaka seguramente decida retirarse definitivamente, ya que, a pesar de que su derrota ha sido sufrida ante un boxeador con ilícita ventaja, es innegable que su encaje ha padecido una merma constante desde hace ya bastante tiempo y que no va a volver a situarse cerca de su mejor nivel. Aun así, dejará para el recuerdo uno de los reinados más sólidos en la división del peso gallo, en la que fue número 1, realizó doce defensas durante cinco años y ofreció grandes peleas, siendo su ágil deslizamiento y su fulgurante directo zurdo su seña de identidad.