Darío Pérez
@Ringsider2020

Este martes tenemos la gran cita de diciembre en Japón, un poco antes de lo habitual. A causa de las restricciones de entrada en el país que han acabado con las grandes veladas previstas para navidad (Golovkin-Murata o Ioka-Ancajas), será la mejor dosis de boxeo que veamos este mes en un territorio nuevamente azotado por la covid.

Dos mundiales serán los que se disputen en Tokio, teniendo uno como protagonista a uno de los mejores púgiles del mundo, pero siendo el otro mucho mayor interesante a nivel competitivo. Naoya Inoue (21-0, 18 KO), el temible Monstruo, arriesga (por decir algo y porque esto es boxeo) sus títulos IBF y WBA gallo contra el tailandés Aran Dipaen (12-2, 11 KO), un aspirante que no ha ganado a nadie de nivel alto y que no debería presentarle gran oposición al campeón. Es una lástima que los promotores del nipón opten por este tipo de pleitos en lugar de unificaciones o defensas contra los mejores aspirantes posibles.

Por otro lado, el poseedor del título mundial WBO, el puertorriqueño Wilfredo Méndez (16-1, 6 KO), por fin recupera la actividad tras casi dos años, quedando cada vez menos cintos sin moverse desde antes de la pandemia.

Lo expone por tercera vez desde que lo lograse ante su retador local Masataka Taniguchi (14-3, 9 KO). Es la segunda oportunidad que tendrá de hacerse con este mundial, tras haber cosechado su única derrota en la primera, cuando fue batido por puntos por Vic Saludar. Tampoco lo tendrá fácil, aunque su condición de local y mayor pegada podrían darle opciones ante el sólido campeón.

La gala se disputará en horario de mañana-mediodía en España, y no hay televisión prevista para poder seguirla.