Darío Pérez
@Ringsider2020

El Don Haskins Center de El Paso (Texas) nos ha ofrecido una entretenida velada promovida por Golden Boy Promotions en la noche de este sábado.

El mexicano Jaime Munguía (37-0, 30 KO) se enfrentó al polaco Kamil Szeremeta (21-2, 5 KO) como paso previo a asaltar el título mundial del peso medio. El azteca empezó cauto, tranquilo, sin forzar la máquina en los asaltos iniciales; ello provocó que Szeremeta se animase un poquito al llegar al primer tercio de la pelea, lo que también hizo que se expusiera más y Munguía tuviera más facilidad para penetrar en su guardia.

El intercambio favorecía mucho al de Golden Boy, mucho más fuerte que su oponente europeo, aunque reservón hasta poco antes de la mitad del pleito. Fue en el quinto asalto donde Munguía aumentó la velocidad y cadencia de sus manos, combinando en lugar de lanzar puños aislados, con lo que sometió al de Polonia a un castigo inmisericorde. Szeremeta, a duras penas en pie al final del sexto asalto, aguantó lo que pudo y mostró gran encaje, pero el árbitro y la esquina decidieron que no tenía sentido salir al séptimo episodio de la pelea. Ya tenemos ganas de ver a Munguía contra los mejores de la división, y ahora no hay excusa que nos pueda impedir verle en una gran cita con faja mundial en juego.

Como pelea de semifondo, el uzbeko Bektemir Melikuziev (7-1, 6 KO), plata olímpica en Río 2016, encaró su mayor prueba profesional contra el durísimo Gabe Rosado (26-13-1, 15 KO). ¡Y vaya prueba! Melikuziev empezó con gran seguridad en sí mismo y muchas ganas de dejar claro quién mandaba, lo que logró al final del primer asalto, derribando a Rosado tras combinar ganchos al cuerpo. Tras un segundo round que aseguraba un mal destino para Rosado, en el tercero parecía que Melikuziev le iba a finalizar, ya que el uzbeko le estaba castigando durísimamente… hasta que, en una contra, un golpe a la mandíbula en el que el norteamericano fue más rápido puso a dormir al favorito, que no se levantó y perdió por un espectacular nocaut.

La campeona mexicana Ibeth Zamora (32-7, 12 KO) expuso su corona WBC mosca contra la texana Marlen Esparza (10-1, 1 KO). Choque de estilos, el empuje de Zamora y la técnica excelsa de Esparza, a pesar de que la aspirante salía a por todas…pero se encontró en la lona durante el primer asalto, alcanzada por una muy eficaz mano de la campeona. A partir del segundo round, se afianzó Esparza con su boxeo preciso, lo esperado, y de enorme empuje, menos previsto; llamaba la atención cómo se abalanzaba contra Ibeth Zamora al principio de los primeros parciales de la pelea, sorprendiendo a su rival. Era difícil de puntuar la mayoría de los asaltos, porque Esparza y Zamora ofrecían cosas diferentes, quedando en parte a criterio de los jueces el 10 de cada uno de los diez rounds, y dando la impresión de que llegaban igualadas a los últimos. La tónica es que Esparza pegaba más y esquivaba, pero los golpes de Zamora eran más contundentes. Tras consumirse los diez asaltos, las puntuaciones fueron de 97-92 (exagerada, en nuestra opinión), 95-94 y 96-94 a favor de Marlen Esparza, la nueva campeona mundial WBC del peso mosca.

El peso wélter Blair Cobbs (15-0-1, 10 KO) venció antes del límite a Brad Solomon (29-4, 9 KO). Cobbs, mejor técnicamente, es un boxeador quizá demasiado generoso con el público, ya que se expone demasiado a sus rivales en algunos ataques. Por ello, aunque llevaba el peso de los asaltos, en cada uno de ellos se llevaba algunas manos de Solomon, algo que debería cuidar si quiere avanzar en su carrera profesional. Cuando Solomon parecía igualar la contienda, Cobbs le golpeó varias veces seguidas en el quinto asalto, abriéndole una herida en el rostro y dañando severamente a un púgil que solo había sido noqueado anteriormente por Vergil Ortiz.