Daniel Pi
@BastionBoxeo

La promotora Golden Boy Promotions pretendía que el mexicano Jaime Munguía (34-0, 27 KO), tras las dificultades recientes de su reinado y su cambio de entrenador, tuviese una pelea asequible en la que venciese antes del límite, algo que efectivamente se logró, ya que, en el combate estelar del evento que se desarrolló la pasada madrugada en el Dignity Health Sports Park de Carson (Estados Unidos), derrotó por KOT en el cuarto asalto, y tras tres cuentas, al asequible ghanés Patrick Allotey (40-4, 30 KO), que ofreció peor imagen incluso de lo previsto.

El boxeador africano salió dispuesto a correr el ring y a buscar la ocasión para impactar, por velocidad y precisión, escasos directos a la vez que pretendía aprovechar las brechas defensivas de Munguía, que no se vieron excesivamente, aunque difícilmente podrían hacerlo teniendo en cuenta el escaso nivel de su retador y el poco tiempo que duró el choque.

Aunque alguna mano le llegó de forma clara, Munguía estuvo calmado y paciente, aumentando gradualmente su presión y la cantidad de golpes de poder curvos lanzados hasta que en el tercer round conectó un gancho diestro arriba enlazado con un gancho zurdo abajo que llevaron a la lona a Allotey, si bien se debe mencionar que el segundo golpe fue bajo pese a no señalarlo así equivocadamente el árbitro. Antes de que terminase el round, Munguía hostigó algo más a su rival, que cayó a la lona por segunda vez tras una nueva combinación culminada en hook de izquierda.

Para terminar, en el cuarto asalto, al que Allotey pareció no querer salir, el monarca volvió a perseguir a su adversario hasta que impactó una nueva serie que hizo que el aspirante, poco combativo y sin muchas ganas de vencer, pusiese la rodilla en la lona y evidenciase que no quería seguir, algo que tardó en entender el tercer hombre antes de decretar el final.

En la entrevista posterior al combate, Munguía no quiso confirmar si su siguiente pelea será en el peso medio, aunque sí que quiso dejar claro que si asciende de categoría no saltará directamente a enfrentamientos contra la cúspide, sino que antes trabajará hasta alcanzar un mundial y asentarse como titular. Sin duda necesitará tiempo para poder encarar los máximos duelos en la división superior ya que, si todavía no ha mostrado indudablemente tener opciones de éxito en eventuales unificaciones en el peso superwélter, no puede estar listo para dar pasos de gigante en los 72,6 kg. Sin embargo, sus problemas para dar los 69,9 kg, ejemplificados por el fallo en su primer paso por la báscula el viernes, podrían forzarlo a tomar la decisión definitiva.