Manolo Bertrán

Me llama VikPamNox para sugerirme que haga una lista de 5 canciones sobre boxeo. Humm, Vik, buena idea, pero déjame pensar un poco… Tiempo habrá para disfrutar otra vez de las canciones de boxeo de Dylan y de Perico Fernández cantando.

No hace mucho que ha fallecido Muhammad Ali y estaría bien hacerle un pequeño homenaje con el permiso de la Gramola. A nuestra manera, con música, ¿de acuerdo? Además, Perico y Dylan siempre fueron muy fans.

Veamos el contexto para entender lo que significó Ali como boxeador. Quizá algunos no sepan que las décadas de los 60 y 70 marcaron época en la historia de los pesos pesados. Según los expertos, fueron las de mayor calidad pugilística en esta categoría, especialmente los 70. En aquellos años tan floridos, el dueño y señor de la división, rey de reyes, fue Muhammad Ali. Hubo boxeadores de muchos quilates que merecieron mejor suerte, pero les tocó enfrentarse al mejor.

Así que se podría decir que nuestro hombre puso la voz solista en un talentoso grupo de coristas del punch, unos más afinados que otros pero todos temibles sobre el cuadrilátero. Por eso, hemos seleccionado un repóker de voces y una decena de puños para ilustrar este homenaje musical.

Si existió el “Cuarteto del millón de dólares”, éste podría ser denominado el “Quinteto de los 153 Knock Outs”, que es la suma de todas las victorias por fuera de combate que logró nuestro grupo vocal. Todos ellos hicieron sus pinitos en el mundo de la canción. Sobre el cuadrilátero – que no ante el micrófono- , los cuatro coristas del punch cayeron derrotados por el inigualable lead singer del juego de piernas prodigioso.

En justicia hay que decir que Frazier le ganó en uno de los combates del siglo XX. Foreman, Bonavena y Terrell no tuvieron tanta suerte y mordieron el polvo.

“Stand By Me” – Muhammad Ali

Apagamos las luces generales de la sala, encendemos los focos y guardamos un respetuoso silencio para escuchar cantar al gran jefe en 1963. Aunque no puede considerarse el mejor cantante de nuestra selección, digamos que se defiende con el clásico de Ben E. King. Tampoco es plan de aguar la fiesta poniéndonos excesivamente rigurosos. Dejémoslo en que bailaba mejor que cantaba. Aunque con un poco de ayuda experimentada, la interpretación del joven campeón podía mejorar bastante: https://youtu.be/PZdIMH2tIlE

Sí, Ali era más de Sam Cooke. La noche del 25 de febrero de 1964, después de proclamarse monarca universal de los pesos máximos, el “Loco de Louisville” celebró la victoria contra Sonny Liston en su habitación de hotel junto a tres amigos de su misma raza: Malcom X, el jugador de fútbol americano Jim Brown y Sam Cooke. Ni más ni menos.

Seguramente, Ali fue el boxeador más cercano a las estrellas de la música pop. Aparte de Sam Cooke, tuvo relación más o menos intensa con tres de los nombres más influyentes de la historia del rock. Es célebre su amistad con Elvis Presley, al que conoció en 1972 y del que se declaró rendido admirador. Muy famosas son también sus fotos boxeando de broma con unos jóvenes Beatles en plena promoción norteamericana. El vídeo no tiene desperdicio: https://youtu.be/BvoaO-J-oCA

Por su parte, Bob Dylan, que ya citara al viejo Cassius Clay en “I Shall Be Free No 10” (1964), y que colaboró con él en la campaña de liberación de Rubin “Hurricane” Carter, declaró tras el fallecimiento de Ali que fue “el más valiente, el más amable y el hombre más excelente”.

“Knock On Wood” – Joe Frazier

Si le hubieran dejado escoger, seguramente Joe Frazier hubiera congelado su carrera deportiva en ese lapso del decimoquinto asalto en el que tuvo a Ali a sus pies. Por desgracia para él los combates de revancha tuvieron otro color. Como consuelo para “Smokin’” Joe, Ali nunca fue capaz de hacerle doblar la rodilla en los 41 agónicos asaltos que duraron en total sus tres épicos duelos.

“Algunas personas creen que cantar es más fácil que boxear pero cantar es cuatro o cinco veces más difícil”. Así de claro lo tenía Frazier. Si como boxeador demostró ser un fuera de serie, cantando se manejaba más que dignamente dentro de las coordenadas soul-funk. En los 70 formó la banda Smokin’ Joe & The Knock Outs, nacida para ser mucho más que un simple pasatiempo. No hay más que echar un vistazo a los sellos que sacaron sus primeros singles: Capitol Records y EMI hicieron lanzamientos internacionales de la música de Joe y su banda. Hasta la Tamla-Motown llegó a publicar su material a mediados de los 70.

La carrera musical de Frazier, un total de 9 singles, pudo tener más repercusión. Quizá el empeño de presentarlo como boxeador-cantante frustró mayores posibilidades de éxito. No obstante, “La locomotora de Filadelfia” llevaba la música en la sangre, cantaba desde muy joven y lo siguió haciendo en hoteles y casinos hasta el fin de sus días. Incluso después de que se le diagnosticara el maldito cáncer que se lo llevó al otro barrio en 2011.

Una de las piezas más populares de su repertorio fue el insuperable “Knock On Wood” de Eddie Floyd y Steve Cropper, que grabó en 1974. Varios testimonios en Youtube (lástima no haber podido encontrar el vídeo) lo recuerdan cantando esta canción en el Ed Sullivan Show, cambiando el estribillo “Knock on wood” por “Knock on Joe Louis”. Aquí lo tenemos con sus mejores galas, cuatro años después, cantando en el Telethon de Jerry Lewis: https://youtu.be/0TbMPu1di6I

“Impossible Dream” – George Foreman

A Foreman le costó más de 10 años superar psicológicamente su derrota con Ali, hasta el punto de que necesitó encontrar a Dios y predicar su palabra para poder entender y aceptar la amarga experiencia. Después de esa pelea ya nunca fue el mismo, no tanto por los golpes recibidos sino por la moral resquebrajada.

¿Cómo explicarlo en cuatro líneas? En 1974 “Big” George Foreman era el campeón del mundo imbatido, la sensación del momento. Había despachado y humillado a Frazier en 2 asaltos, los mismos que le había costado mandar a paseo a Ken Norton, otro gran peso pesado de la época. Precisamente, Frazier y Norton habían sido los únicos púgiles capaces de derrotar a Ali tras su regreso, por puntos pero con visita al hospital incluida en ambos casos. Además, Ali ya no era exactamente el mismo de los 60, había perdido velocidad y ganado algo de peso.

Así que, ¿por quién hubierais apostado vosotros? Aunque se pudiera reconocer que Ali era, en términos globales, mejor boxeador que Foreman, pocos pensaban que pudiera resistir su mortífera pegada. Con lo que nadie contaba es con la fortaleza psicológica y la exhibición de estrategia que desplegó el viejo campeón. Un poco de suerte también tuvo, todo hay que decirlo.

Foreman regresó a los rings 13 años después de aquella derrota para la que no hubo revancha, rebasados los 40. Sobrado de kilos, convertido en reverendo de la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo, pero bastante más sabio sobre el cuadrilátero. Le quedaba boxeo de sobra para triunfar ante rivales mucho más jóvenes y recuperar su título.

Como vemos en el vídeo el reverendo hace un poco de trampa y, más que cantar, hace un recitado de este “Impossible Dream” que incluyeron en su repertorio Frank Sinatra y Elvis Presley, entre muchos otros. Pero se le perdona porque su voz es imprescindible en esta historia.

“Pío Pío” – Óscar “Ringo” Bonavena

Óscar Natalio “Ringo” Bonavena es una auténtica leyenda en su país. Los más viejos del lugar todavía recuerdan sus “pleitos” con Goyo Peralta, otro gran peso pesado argentino, que batían récords de recaudación en el viejo Luna Park.

Actualmente, una calle de Buenos Aires y la tribuna local del Club de fútbol Atlético Huracán, del que era fervoroso hincha, llevan su nombre. Enfrente de la sede de este club se levanta una estatua de 3 metros de altura en su honor.

Boxeando entre Argentina y Estados Unidos, Bonavena se hizo un sitio en el ranking de los mejores pesos pesados del mundo. Era más difícil viajar para vérselas con los temibles púgiles negros (Frazier, Patterson, Lyle, Ellis y Folley, entre otros, cruzaron sus guantes con él) que boxear en su país natal, pero en los USA estaba la plata…

Como corresponde a un ídolo de su tiempo, el cine llamó a su puerta y protagonizó tres películas, además de aparecer como invitado estelar en varios shows televisivos. También hizo su incursión en el pop: una figura como Palito Ortega compuso el “Pío Pío pa”, que anunciaba la llegada de la primavera, exclusivamente para la aflautada voz de “Ringo”. Vendió más de 30.000 copias.

Nota aclaratoria: ¿Por qué “Ringo”? Cuentan que Bonavena coincidió en Nueva York con los Beatles en 1964, cuando filmaban en el Rockefeller Center, y una fan lo confundió con el batería de los Fab four. A partir de ese día utilizó siempre el apodo.

Carismático, charlatán y fanfarrón por naturaleza, a Bonavena no le costó nada adoptar el estilo promocional de Ali previo a los combates. En la descacharrante ceremonia del pesaje, el argentino llamó “Chicken” (Gallina) a su rival, por haberse negado a ir a Vietnam, como puede verse en este vídeo: https://youtu.be/J-5DwH85N8E

El Ali-Bonavena se celebró en 1970, tras la vuelta a los rings del primero. Con las apuestas 10 contra 1, Ringo fue batido por K.O. Técnico en el decimoquinto asalto. A pesar de la derrota, Bonavena “guapeó” de lo lindo frente al más grande. Fue el momento cumbre de su popularidad y un hito clave en la forja de su leyenda.

En 1976 el mejor peso pesado sudamericano de todos los tiempos murió víctima de un balazo en la puerta de un prostíbulo en Reno. Pero ésa es otra historia, tan triste y tan larga que vamos a dejarla para otro día.

“A Hammer and a Nail” / “Taunting of Ali” – Ernie Terrell

Cantante, guitarrista, productor y autor de canciones, Ernie Terrell es, sin duda, uno de los pesos pesados con más nivel musical de la historia del boxeo. Aquí vemos a este gigantón de 1.98, un par de días antes de su combate con Ali, interpretando una estupenda canción de su propia autoría y echándose unas chanzas a costa de su rival, que después le saldrían caras.

Como actividad simultánea al boxeo profesional, Terrell había formado un grupo musical para el que reclutó a su hermana pequeña Jean, con la que ya ensayaba en casa desde bastante antes. Ernie Terrell & His Heavyweights (posteriormente, Ernie Terrell & Jean Terrell With The Heavyweights) se trabajaron el circuito de clubes y grabaron para pequeños sellos.

En 1969, después de una actuación en un hotel de Miami, la suerte se cruzó en el camino de Jean: Berry Gordy, presidente de Motown records, le ofreció el puesto de cantante solista de The Supremes. Ahí es nada. Diana Ross había decidido lanzarse en solitario… Las horas de ensayo y trabajo musical junto a su hermano Ernie habían valido la pena.

Las credenciales musicales de su rival, e incluso las boxísticas, traían sin cuidado a Ali. “Se necesita a un Tío Tom negro para seguir llamándome por mi nombre de esclavo. Eres un Tío Tom.” Con esa contundencia respondió Ali a la provocación, ya recurrente en sus rivales, de seguir llamándole Clay (Patterson y Bonavena también lo hicieron y lo pagaron caro). Pocos insultos pueden ofender más a un negro estadounidense que el de “Tío Tom” y Terrell no fue una excepción. Aquí podemos ver el vídeo de la rueda de prensa en el que ambos contendientes casi llegan a las manos: https://www.youtube.com/watch?v=7vAiqnbOJzc

“Quiero torturarlo. Un golpe de gracia es demasiado bueno para él” – sentenció Ali. Ésta es la famosa pelea del “What’s my name?”. Sobre todo en el octavo asalto, Ali estuvo especialmente desafiante, golpeaba y preguntaba, golpeaba y preguntaba a su contricante: “¿Cómo me llamo?, ¿Cómo me llamo?”. Se escucha claramente en la retransmisión televisiva del combate. La pelea se prolongó más de lo necesario y Terrell recibió un tremendo castigo. No obstante, siguió boxeando algunos años más. Cuando colgó los guantes, siguió vinculado a sus dos grandes pasiones: fue promotor de combates y se dedicó a la producción musical.


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