Daniel Pi
@BastionBoxeo

El campeonato de Europa del peso wélter que se disputó ayer en Manchester (Reino Unido) dejó la sorpresa de la jornada, dado que el local Sam Eggington (21-4, 13 KO), abrumador favorito en las casas de apuestas y que apuntaba a los enfrentamientos ante la cumbre mundial, fue derrotado por decisión dividida por Mohamed Mimoune (19-2, 2 KO) que, a pesar de recibir una tarjeta contraria, simplemente se mostró superior sobre el ring. Eggington anunció tras la pelea que ya no puede seguir peleando en el peso wélter y que los excesos por dar este límite condicionaron su actuación, por lo que en adelante boxeará como peso superwélter.

El visitante Mimoune tuvo muy clara la estrategia que necesitaba utilizar para imponerse y la ejecutó a la perfección. Aprovechando su agilidad de piernas y su velocidad eminentemente superior se desplazó por el cuadrilátero golpeando sin dejarse encerrar prolongadamente, alcanzando una y otra vez al contraataque a Eggington con su buen gancho de mano adelantada, con el directo al cuerpo en entradas y salidas e incluso con excelentes combinaciones de curvos en variación de altura.

Dado que es habitual que Eggington no comience sus pugnas con una gran carga de trabajo y como es común verle fallar muchos golpes por combate, la ventaja inicial de Mimoune no resultó extraña, aunque cuando los minutos siguieron pasando y Eggington se tenía que conformar con algunos salteados ganchos al cuerpo y otros escasos curvos al rostro mientras el retador boxeaba de forma cómoda, efectiva e incluso plástica, resultó evidente que el francés estaba en disposición de hacerse con la victoria.

En cualquier caso, pasado el ecuador de la contienda, llegó la reacción que Eggington necesitaba, no tanto para poder asegurarse la victoria a los puntos como para poder apuntar a un nocaut tardío. En este tramo de la pugna, Mimoune tuvo un bajón físico y se desplazó mucho menos, siendo alcanzado de espaldas al ensogado por los fuertes rectos, uppercuts y ganchos de Eggington, viéndose obligado por ello a entrar en clinch. Aun así, desde el noveno episodio, a la vez que el aspirante encontró un segundo aire que le permitió volver a su móvil boxeo, Eggington se mostró muy cansado, de modo que no pudo evitar que Mimoune volviese a evitarlo mientras le contragolpeaba con su gancho diestro y capturase episodios de forma clara con sus directos enlazados con ganchos y sus curvos combinados arriba y abajo.

Finalmente, después de un último intento de Eggington, y una vez concluida la pelea, los jueces otorgaron cartulinas de 116-112, 113-115 y 112-116 (la más acertada) que de forma dividida le dieron la corona europea a Mimoune. En ocasiones, los púgiles que sufren derrotas en combates decisivos o contra pronóstico utilizan como excusa problemas para dar el peso, pero esta vez pareció razonable el motivo dado por Eggington, que no tuvo ni la contundencia ni la frecuencia de golpeo de sus mejores actuaciones. Por otro lado, esto no debe restar méritos a la pelea realizada por el nuevo campeón, que utilizó un fenomenal boxeo dinámico y explotó perfectamente su mayor rapidez y habilidad para lograr una espléndida victoria que le abrirá el camino al top 15 mundial y a grandes combates de ámbito continental.