Daniel Pi
@Bastionboxeo

Con una actuación prácticamente perfecta, «Mikey» García hizo fácil lo difícil y batió en sólo tres rounds a Dejan Zlaticanin, coronándose monarca WBC del peso ligero casi exactamente tres años después de su último campeonato (enero de 2014 ante Burgos). Este título supone para el estadounidense, además, convertirse en campeón en una tercera división después de serlo en las categorías pluma y superpluma.

La táctica necesaria
Sabiendo que Zlaticanin iba a presionar con mucha insistencia e iba a buscar a toda costa llevarlo a la pelea en corta, preferiblemente encerrándolo contra las cuerdas, García utilizaría con insistencia un contundente jab acompañado de poco numerosos pero claros uno-dos para mantener a distancia al titular. Por otro lado, el californiano se mantendría muy móvil y rápido de piernas, logrando, sin sufrir desequilibrios, evitar ser llevado al ensogado. El campeón avanzaba demasiado frontal y sin el necesario movimiento de cabeza o de cintura, por lo que, teniendo además desventaja en altura y alcance, era blanco fácil tanto de los directos de García como de sus contragolpes en uppercut o gancho.

Sólo muy eventualmente, «Dynamite» Zlaticanin llegaría con alguno de sus hooks zurdos aislados, pero la solidez del aspirante en los aspectos defensivos y su total atención evitarían riesgos evidentes. Al contrario, el diestro García conseguiría, girando constantemente hacia la derecha de su zurdo oponente, ser cada vez más dominador, llegando a neutralizar con su gran jab al montenegrino, que no vería la forma de entrar y comenzaría a frustrarse.

Un desenlace espectacular
Después de haber dado algunos avisos con contraataques precedidos por pasos atrás o hacia la diagonal, y alcanzado el tercer episodio, García evitaría un directo zurdo de Zlaticanin, que se quedaría corto, exponiéndose a una demoledora respuesta del retador. Con una izquierda enlazada con uppercut diestro y gancho zurdo, puños seguidos por un cambio en la línea de ataque, García dejaría de espaldas al monarca que, aunque intentaría girarse, no logró a tiempo recuperar la guardia, recibiendo un brutal hook diestro que lo dejó tendido en la lona y sin respuesta. Inmediatamente, el tercer hombre Tony Weeks decretaba el nocaut, consiguiendo así Miguel Ángel «Mikey» García (36-0, 30 KO) una victoria que lo devuelve a la tabla de campeones y lo sitúa al alcance de grandes oportunidades.

Una vez que se hubo preocupado por el estado de salud de Zlaticanin (22-1, 15 KO), que finalmente pudo incorporarse tras estar algo más de dos minutos tendido, las declaraciones de García dejaron claro cuál es su próximo objetivo: «Estoy dispuesto a unificar cualquier título. Si podemos lograr que los organismos se pongan de acuerdo y unificar títulos, eso nos encantaría. Quizás después ascender a las 140 libras (63,5 Kg, peso superligero) hacia finales de año», señaló el nuevo campeón WBC ligero.

De todos modos, más allá de su buena voluntad, existe una orden del Consejo que demanda que se siga este camino. Y es que en la última convención de dicho organismo se hizo oficial que el ganador del Zlaticanin-García debía enfrentar posteriormente de forma obligatoria al vencedor del mundial WBA Linares-Crolla II, poniéndose las bases para una unificación que resultaría verdaderamente interesante y que podía llevar al doble monarca resultante a lo más alto del top de todos los pesos.