Daniel Pi
@BastionBoxeo
Cuando sonó el tañido final en su combate más reciente ante Errol Spence, muchos señalaron que Mikey García (en la imagen) debía pensar en el retiro a continuación, considerando que, en todos los sentidos, había encajado un golpe demasiado duro para su trayectoria. Asimismo, se dijo que las previsiones optimistas que se habían hecho de cara a su futuro después de ese osado choque eran ilógicas, ya que tras una derrota tan amplia no iba a poder mejorar su cotización como se aseguraba que pasaría al afrontar ese doble salto de división.
No obstante, aunque el prestigio de García no esté en su mejor momento, más bien todo lo contrario, se alega que el campeón en cuatro divisiones está a las puertas de los mayores ingresos de toda su carrera hasta la fecha. Y es que el poder de convocatoria mostrado por Spence y por él en su último combate, que recaudó 24 millones de euros en PPV sólo en Estados Unidos y que vendió 47.500 entradas, ha motivado que las mayores compañías del mundo estén intentando fichar a Mikey García.
Lógicamente, luchando por contratarlo Matchroom Boxing de Eddie Hearn, Golden Boy Promotions de Óscar de la Hoya y la iniciativa Premier Boxing Champions de Al Haymon, se puede deducir sin miedo a equivocarse que las ofertas que García estará recibiendo de tales gigantescas compañías en pugna directa deben de ser extraordinarias. De hecho, así lo ha confirmado su hermano y entrenador Robert García, que especialmente ha querido destacar la propuesta de Hearn:
“Mikey no tiene contrato con nadie. Es básicamente un agente libre. Es por eso que Matchroom ha estado haciéndole ofertas. Lo que ha ofrecido Matchroom es enorme. Es una oferta a la que es difícil decir no”.
Sin embargo, en esta competición por contratar a García quizás el participante más sorprendente es Bob Arum, que con su empresa Top Rank está intentando volver a hacerse con los servicios del púgil, con el que tuvo una disputa muy grave, que dejó al excampeón sin pelear dos años y medio hasta que terminó el contrato entre ambos. Con todo, viendo reafirmada su opinión quienes piensan que Arum pactaría con cualquier persona del mundo si pudiese sacar réditos, el veterano promotor estaría dispuesto a dejar a un lado el pasado para que García pudiese enfrentarse a Terence Crawford, a Vasily Lomachenko o a José Carlos Ramírez, enfrentamientos que generarían grandes ingresos.
Sin que se sepa, de momento, cuál será la decisión final de García, se considera seguro que, dé el paso que dé, en poco tiempo le veremos ante grandes nombres y apuntando a ganancias económicas que podrían rivalizar con los ingresos combinados que ha extraído en buena parte de toda su trayectoria hasta la fecha.