
Fernando Sanz
@fer_tito_14
El púgil inglés Campbell Hatton (16-3, 5 KO), hijo del excampeón mundial Ricky Hatton (45-3, 32 KO), ha optado por retirarse del boxeo profesional a la edad de 24 años. Con un récord final de 16 victorias y 3 derrotas, el ‘Huracán’ de Manchester, de guardia ortodoxa, concluye una carrera que generó grandes expectativas, pero que finalmente se vio influenciada por la presión y los desafíos emocionales.
Su padre confirmó la decisión en diversas entrevistas, explicando que Campbell había perdido la motivación. A pesar de continuar asistiendo al gimnasio, reconocía una falta de concentración. Ricky relató que le aconsejó detenerse y evaluar su dedicación: “Deberías estar muy orgulloso de ti mismo, lo has intentado. Pero si has perdido la motivación, debes salir”.
En sus dos combates más recientes, llevados a cabo en marzo y octubre de 2024, Campbell sufrió derrotas por decisión unánime, ambas frente al boxeador británico James Flint. Tras la revancha, su padre expresó su opinión, reconociendo una transformación en el estilo de boxeo de Campbell. «Perdió un poco de su magia», declaró el mejor peso superligero por Espabox del siglo XXI.
Entre los factores que influyeron en su decisión, se destaca el impacto emocional provocado por el fallecimiento de su querido amigo Justin, a los 27 años. Ricky Hatton subrayó que este suceso supuso un reto importante para Campbell, quien no logró la estabilidad emocional deseada tras esta pérdida. Además, se tomó en cuenta la limitada experiencia amateur de su hijo, lo cual afectó su trayectoria profesional.
Hatton Jr. compitió por un título regional, sin obtener la victoria. En consecuencia, su entorno determinó que era el momento adecuado para concluir esta etapa. “No, Campbell no volverá a pelear”, zanjó Ricky Hatton, quien ha expresado su apoyo a la decisión de su hijo, que inicia una nueva etapa profesional como instalador de paneles solares.
Pero lo curioso de la situación es que Ricky Hatton volverá a boxear a sus 46 años, como explicábamos hace unos días. Es decir, trece años después de su retirada oficial. El hijo se va y el padre regresa.