Daniel Pi
@BastionBoxeo

Se ha hecho esperar demasiado tiempo pero, al fin, la mayor oportunidad de la carrera de Rubén Díaz (25-1-2, 16 KO) se materializará este sábado: cerca de 16 años después de su debut como boxeador profesional, el español disputará su primer campeonato de Europa del peso medio. Lo hará peleando por tercera vez en su carrera fuera de nuestras fronteras, y no en la vecina Francia, donde se coronó campeón de la Unión Europea ante Cospolite, sino en la lejana Polonia, a 130 km de la frontera con Bielorrusia (y a 70 km de la localidad de su rival), en la ciudad de Lomza, conocida por la batalla de la Segunda Guerra Mundial que en septiembre de 1939 enfrentó a las tropas alemanas y polacas.

Doce días después de la conclusión de la conmemoración de la batalla, la ciudad se preparará para el primer evento boxístico en cinco años y medio y de lejos el mayor que ha vivido nunca, debiéndose esperar el Hala Sportawa, el Salón de Deportes de Lomza, de limitadas proporciones, lleno hasta la bandera y caldeado al máximo para apoyar a la figura local, el actual campeón de Europa Kamil Szeremeta (17-0, 3 KO).

Para lograr su corona éste hizo parecer fácil lo difícil, incluso contradiciendo a las previsiones más evidentes, puesto que, combatiendo como visitante por primera vez en su carrera, ante su rival más exigente y tras dejar actuaciones no excesivamente sólidas, Szeremeta, lejos de ponerse nervioso o cohibir su boxeo, aguantó el centro del ring ante un fortísimo y aguerrido Alessando Goddi y, pese a su 12% de KO, lo derribó dos veces para forzar el KOT en el segundo round.

Así, Szeremeta parecía sugerir que había culminado una evolución que se podía intuir desde hacía tiempo y que lo había dejado situado en el rendimiento cumbre de su carrera justo cuando le habían llegado las peleas trascendentales. Lógicamente, el polaco, que ahora posee un 18% de triunfos antes del límite, no se ha convertido de la noche a la mañana en un pegador y posiblemente lo que le sucedió a Goddi fuese más la excepción que la regla, pero no parece cuestionable que, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, cuando mostraba muchos problemas para encontrar su distancia, Szeremeta parece boxear con mucha mayor firmeza.

Todo esto, sumado a la condición de local del monarca y a su excelente técnica (adquirida en 200 combates amateur, trayectoria en la que logró cinco medallas en campeonatos nacionales), hacen que batirlo sea una tarea nada sencilla, si bien delante tendrá a un púgil de tremendo poder y que sabe que quizás esta sea su última gran oportunidad. Efectivamente, tampoco será nada sencilla para el campeón su defensa obligatoria ante el extitular de la Unión Europea, un Díaz que es físicamente más fuerte, cuenta con un boxeo en corta muy superior, posee una demoledora pegada y ha logrado victorias más contundentes en sus dos combates ante oponentes en común con el polaco: Howard Cospolite y Rafal Jackiewicz.

Pese a que a Szeremeta le gusta tomar la iniciativa siempre que puede y el avance de Díaz no será cómodo, el combate parece surgir como un choque de estilos en el que el navarro no podrá especular con los tiempos y deberá buscar una pelea dura en la que imponer su pegada a través de su temible gancho zurdo y su poderosa derecha recta y en la que pueda combinar curvos sin espacios. No obstante, Szeremeta cuenta con un jab sumamente efectivo, buen uso de las piernas, espléndidas esquivas de cintura y, lo que es más importante, una enorme astucia para explotar los errores o los descuidos de sus adversarios, algo que quedó ejemplificado con las derechas rectas y los crochés diestros con los que castigó sin piedad a Goddi cada vez que separaba su mano adelantada del mentón.

Quizás, en un combate en la distancia media, las series de Díaz le sirvan para mantener contendida la pelea y con sus explosivas arremetidas poder buscar huecos que le permitan crear un punto de inflexión, pero los reflejos del invicto Szeremeta (10 años más joven) y su efectividad con el uno-dos se cobrarán un precio. Por ello, sin hacer que la ambición de impresionar a los jueces y de quebrar a su adversario pueda desestabilizar su orden de batalla o hacerle tomar más riesgos de los razonables, Díaz deberá presionar hasta que el desgaste por los ganchos al rostro y golpes al hígado inmovilicen al local en esta pugna incluso de mayores consecuencias de las que a priori se presentan. Y es que Szeremeta es virtualmente 2º IBF (además de 5º WBC y WBA), por lo que quien salga con el brazo en alto podría alcanzar una eliminatoria en la división del peso medio.

EL COMBATE LO VEREMOS EN GOL, EN HORA POR DETERMINAR, SOBRE LAS 23,30 H.

AQUÍ ESTÁN LAS ÚLTIMAS DECLARACIONES DE RUBÉN DÍAZ, ANTES DEL COMBATE