Daniel Pi
@Bastionboxeo

El imbatido Mairis Briedis (22-0, 18 KO) se proclamó campeón mundial WBC del peso crucero al imponerse a Marco Huck (40-4-1, 27 KO) por decisión unánime de los jueces en el combate por el cinturón vacante que se disputó ayer en el Westfalenhalle de Dortmund (Alemania). Así, Briedis sucede al anterior monarca, el británico Tony Bellew, que esta misma semana fue desposeído de su corona, y se convierte en el primer boxeador de Letonia en capturar un cinturón mundial.

El enfrentamiento resultó mucho menos emocionante de lo que se podía prever, con el visitante utilizando constantemente su efectivo jab y su agilidad de piernas para alcanzar a Huck sin exponerse a sus potentes ganchos y directos. El alemán de origen serbio mostró en casi todo momento falta de ritmo combativo y carencia de recursos, por lo que muy pronto se vio neutralizado por el boxeo simple pero efectivo de su oponente, que usaba perfectamente los pasos laterales para diluir el riesgo ofensivo del local y anotarse un asalto tras otro.

Sin que Huck supusiese una gran amenaza, pero no queriendo arriesgarse en un duelo que estaba venciendo, Briedis se limitó a realizar salteadas arremetidas con el uno-dos, el directo aislado o con hooks al cuerpo y rostro para hacer todavía más claro su dominio, logrando incluso empujar a las cuerdas eventualmente a Huck. Aun así, éste resistió las esporádicas combinaciones de su oponente y se mantuvo constante en su frontal avance, siendo un blanco fácil no sólo para el recto de mano adelantada de Briedis sino también para sus contragolpes en uppercut o cruzado diestro, entre otros puños. En alguna ocasión Huck llegó con sus directos e impactó algún buen golpe de poder, como un gancho zurdo al final del cuarto episodio, pero esto no era suficiente para compensar el continuado trabajo de su adversario que, además de controlarlo con el jab o con los contraataques, no dudó en entrar repetidas veces en clinch cuando las acciones se desplazaban a la distancia corta.

Con todo, Huck también recurrió a los agarres de forma habitual, especialmente en el último tramo, puesto que padeció evidente desgaste y se vio bajo cierto peligro ante las series de su oponente. Finalmente, el enfrentamiento consumió los doce episodios, por lo que se llegó a la lectura de tarjetas, que le otorgaron el triunfo a Briedis con puntuaciones de 116-111, 117-110 y 118-109, de las cuales la primera resulta excesivamente generosa con Huck y la última la más acertada. Sea como sea, Briedis logró imponerse convincentemente, si bien de forma no tan brillante como en anteriores duelos, a un destacado excampeón mundial, culminando su carrera hacia el título y posicionándose como monarca en una división llena de interés y que se podría ver inmersa en un proceso de unificación. Y es que el campeón WBO Oleksandr Usyk (11-0, 10 KO) ha afirmado que pretende capturar los cuatro cinturones del peso crucero, habiéndose mostrado dispuesto a enfrentarse a él, de momento, Denis Lebedev (29-3, 22 KO), campeón WBA, a pesar de las dificultades políticas y extradeportivas para realizar ese combate.

De todos modos, parece que el reto más inmediato que Briedis tendrá que afrontar, quizás después de una primera defensa voluntaria, será una puesta en juego obligatoria ante el ganador de la eliminatoria entre Dmitry Kudryashov y Olanrewaju Durodola, pelea que se disputará el 20 de mayo en Rusia.