José Manuel Moreno
@josemorenoco

«O lo noqueo, o pierdo seguro». La profecía del «Chino» Maidana no se cumplió en absoluto. Ganó tan ampliamente su esperado combate contra «The Problem» Broner que nadie, ni los tres jueces, le privaron de una más que merecida victoria. Adrien Broner era el casi unánime favorito, de ahí las palabras de Maidana previas a la pelea. Pero esto sirvió como motivación extra para el argentino, que salió en tromba, con una intensidad y con una rabia que la pelea más bien parecía entre un campeón (Maidana) contra un debutante (Broner). El primer asalto marcó la pelea. Broner no se esperaba alguien tan presionante, con tanto instinto de un «killer» enfrente. Se veía incapaz de detener el alud que se le venía encima. La primera caída del norteamericano llegó en los primeros segundos del segundo round merced a una izquierda terrorífica del «Chino» que puso boca arriba al de Cincinnati. Maidana estaba inmenso, agresivo hasta la extenuación, apabullante.

Broner, sencillamente, asustado. Maidana perseguía literalmente a su oponente por todo el cuadrilátero. En el tercer round bajó ligeramente el nivel de agresividad de Maidana y le dio margen y tiempo a que Broner se pusiera enfrente de su rival y soltara, al menos, algunas manos. No obstante, en lo único que se parecía Broner a su admirado e imitado Mayweather era en la posición de su antebrazo a la hora de defender. En lo demás, cualquier parecido con el «original» fue mera coincidencia. A partir del quinto asalto, los 11.312 espectadores del Alamodome de San Antonio empezaron a ver otro combate. Maidana empezó a conceder resquicios a su rival, que por momentos pareció reaccionar, aunque los mejores golpes siempre eran del aspirante.

El gritito onomatopéyico clásico de Broner, cada vez que lanza un golpe (al estilo de los tenistas) empezó a oírse por primera vez. Fueron dos asaltos, quinto y sexto, que probablemente se adjudicó el norteamericano. ¿Llegaría la reacción? El séptimo round resultó igualado con ambos golpeando mucho al cuerpo del rival. Cuando Broner empezaba a llevar el combate a su terreno, mediado el octavo round, el «Chino» envió un nuevo misil con su izquierda con volvió a lanzar a la lona al engreído boxeador estadounidense. La suerte estaba echada, a pesar de que el árbitro Laurence Cole y el «cuento» de Broner hicieron que se le descontara un punto a Maidana por golpear a su rival en un «break». Curiosa la pantomima de Broner cuando se tiró toda la pelea negando cualquier atisbo de dolor en los golpes de su oponente.

En el noveno round, lo milagroso es que Broner siguiera en pie. Y en los asaltos finales se vio a Broner en un quiero y no puedo y a un Maidana que fue agresivo hasta los segundos finales de esta épica pelea. ¿Lo volverían a «hacer» los discutidos jueces texanos? Imperó la cordura y el buen criterio y la decisión unánime para Maidana fue una realidad: 117-109, 115-109 y 115-110. Júbilo por todo lo alto de quien no las tenía todas consigo con los jueces. Maidana (35-3, 31KO), contra pronóstico, es al fin campeón del mundo, y en una división «reina» como la del peso wélter. Los que creímos ver en Broner un atisbo de figura como Mayweahter, tendremos que esperar. Y Maidana, si le place, se puede ir cambiando el sobrenombre: además de «Chino» desde ayer es la «Solución».