El dopaje se han convertido en uno de los principales problemas en el mundo del boxeo, especialmente en el peso pesado, sucediéndose los positivos en los últimos años. La pelea que iban a disputar Deontay Wilder y Luis Ortiz el 4 de noviembre en el Barclays Center de Brooklyn (Estados Unidos) ha sido cancelada tras notificar la VADA al Consejo Mundial de Boxeo que el cubano ha dado positivo por hydrochlorothiazide.

Esta sustancia es utilizada por personas que sufren de diabetes para regular su presión sanguínea. «King Kong» ya dio positivo por consumo de esteroides en 2014, cuando derrotó al nigeriano Lateef Kayode. El equipo del cubano espera que la VADA acepte que dicha sustancia ha sido encontrada en el cuerpo de su púgil, alegando su uso terapéutico para que la pelea sigue adelante, lo que es improbable al no haberse solicitado una excepción. En la rueda de prensa que sirvió como presentación de este esperado combate, Wilder advirtió a Ortiz que no se dopase, recalcando el riesgo que puede suponer en el boxeo el consumo de sustancias que mejore el rendimiento sobre un ring.

El campeón mundial WBC del peso pesado se queda sin rival para su segunda pelea del año, como ya le ocurriese cuando iba a pelear con Alexander Povetkin y Andrzej Wawrzyk, ya que ambos también dieron positivo.