El malagueño con licencia italiana Luca Giacon (28-1, 24 KO) disputará el combate estelar de la velada que se celebrará en Illescas (Toledo) el próximo viernes, y que le enfrentará al belga Andrea Carbonello (14-2-1, 3 KO) por el título IBF Internacional del peso superligero.

Luca quiere centrarse en el combate y olvidarse de toda la polémica que rodea el tema médico: «Traigo licencia italiana, allí me han hecho todas las pruebas del mundo y han salido perfectas. Estoy apto. Me consideran apto para el boxeo además tres magníficos oftalmólogos, pero la Federación Española, sin hacerme ninguna prueba, solo me pone pegas para boxear. Lo que no entiendo es que desconfían de la Federación Italiana y a otros púgiles extranjeros que pelean o han peleado en España, con licencias de países extraños, no se les pide nada. Se fían sin más, como por ejemplo de los nicaragüenses. No entiendo esta persecución.»

Luca afirma que se encuentra perfectamente: «Estoy en perfecto estado. Si yo viera que tengo algún problema no pelearía. Pienso en mi familia lo primero.»

En cuanto a la preparación, considera que ha sido satisfactoria, «he hecho sparring con varios boxeadores, entre ellos Carlos Pérez y Abdessamad Nechchad y me han cuidado a la perfección tanto mi entrenador Bernardo Checa, como el resto del equipo, el preparador físico Joaquín Conejo, el nutricionista Francisco Jaime Muñoz o el fisioterapeuta Antonio Jiménez.»

Respecto a su rival, Luca afirma haberle estudiado, «sé que es ambidiestro, pero nos conoceremos mejor encima del ring.»

El malagueño desea ir paso a paso: «No me preocupa lo que haré más adelante, ahora quiero centrarme en el combate. No suelo planear, solo me interesa ganar este viernes y después ya veré.»
«¿Un pronóstico? Ganar, simplemente».

En la imagen, de izquierda a derecha, su entrenador Bernardo Checa y Luca Giacon.