Pablo Sanz

El boxeo es probablemente uno de los deportes más antiguos que existe. Se ha practicado desde la antigüedad en todos los continentes a excepción de América. De origen africano se ha practicado desde el año 6000 AC en la zona de la actual Etiopía, de donde primero se difundió a la civilización egipcia y a las mesopotámicas después, de hecho allí se pueden encontrar los primeros bajorrelieves de de boxeadores.

En Egipto los boxeadores utilizaban una especie de guantes que les cubrían hasta el codo, algo que se extendió por Creta y la antigua Grecia donde también se encuentran las primeras referencias al boxeo en la Ilíada de Homero. Para el año 688 AC el boxeo fue incluido en los XXIII Juegos Olímpicos de la antigüedad donde se consagró campeón el púgil Onomastos de Smirna.

En la antigua Roma también se practicó el boxeo pero con la llegada del cristianismo fue prácticamente eliminado mientras que en Asia sucedió todo lo contrario con la aparición del Muay Boran.
Más tarde también apareció el boxeo Shaolin en China, el Muay Thai en Tailandia y finalmente con la expansión británica y francesa por Asia el pugilismo entró en Inglaterra donde recibiría el nombre de boxing a la vez que en Marsella los marineros influenciados por el boxeo asiático comenzaron a propagarlo por el país.

Para descubrir todos los secretos del boxeo puedes aprovechar una de estas ofertas recientes y descubrir a los mejores púgiles del momento.
Para encontrar las primeras normas que regulan el boxeo hay que remontarse a 1743, mientras que las reglas vigentes datan de 1889 y fueron instauradas por el marqués de Queensberry, quien entre otras cosas introdujo el uso de guantes. Pero en Inglaterra antes, durante dos siglos, las peleas eran con las manos descubiertas y sin límite de tiempo, lo que ocasionaba serias lesiones a los participantes pero un negocio muy lucrativo para los organizadores.

Jack Broughton fue una de las figuras esenciales para instaurar las normas del boxeo. Él introdujo un enfoque técnico y metódico para el deporte, optimizando los desplazamientos y los golpes. En una pelea en 1741 frente a George Stevenson, tras 35 minutos de lucha, Stevenson acabó muriendo de ahí la necesidad de unas normas, es considerado como el padre del boxeo inglés. Fue en esa época cuando el boxeo llegó también a Estados Unidos.

Las normas se actualizaron en 1838 por la Asociación Británica para proteger a los púgiles. Estas establecían un estándar para la construcción de los rings de 24 pies de lado, los asistentes de los púgiles y sus funciones para atenderlos, los umpires y referee, la reglamentación de los rincones entre otras. Tampoco había variedad de categorías según el peso de los púgiles. Había sólo un campeón, que solía ser uno de los más pesados. El término peso ligero comenzó utilizarse a principios del siglo XIX y a veces se organizaban combates entre los hombres más ligeros, pero no había un campeonato específico para ellos.

Las Reglas de Queensberry originaron el boxeo moderno. Allí se estableció que los boxeadores debían usar guantes, que los rounds debían durar tres minutos con un minuto de descanso entre ellos, la cuenta de diez segundos al boxeador caído y la prohibición de tomar, empujar o abrazar al contrincante. El primer púgil en ganar un título mundial según estas reglas fue el estadounidense Jim Corbett, que derrotó a John L. Sullivan en 1892 en el Club Atlético El Pelícano de Nueva Orleans. Con la aceptación gradual de las reglas del Marqués de Queensberry, surgieron dos ramas claramente diferenciadas del boxeo: el profesional y el aficionado. Cada una de ellas ha producido sus propios organismos reguladores locales, nacionales e internacionales, con sus propias variaciones de las reglas, así hasta nuestros días.