Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

La WBA (Asociación Mundial de Boxeo) lleva varios años haciendo mucho daño al pugilismo mundial. Todos los organismos deportivos tienen considerado al campeón del mundo como el número uno de su deporte, pero la WBA hace tiempo decidió duplicarlo creando un supercampeón y un campeón, algo absolutamente aberrante para cualquier disciplina deportiva.

Ahora saca una nota elogiando al gran campeón Gennady Golovkin como igualador de un récord de Bernard Hopkins de 20 defensas de un título mundial del peso medio, que el norteamericano consiguió con gran éxito como campeón de la Federación Internacional de Boxeo (IBF). Imaginamos que la mayoría de medios de comunicación lo aceptarán sin rechistar ni corroborarlo, pero nuestra obligación en denunciar la vil falacia.
La desvirtuada WBA tuvo como campeón del mundo del peso medio al alemán Felix Sturm desde que arrebatara el título al español Javier Castillejo en 2007. Defendió su corona en múltiples ocasiones hasta que en 2010 fue nombrado “supercampeón” con la burla de la gran mayoría de aficionados y medios mundiales.

Paralelamente, y para lograr más ingresos por “campeonatos mundiales”, creó el campeonato mundial regular que consiguió Gennady Golovkin, pero hay que dejar claro que esos “campeonatos” no pueden ser considerados como mundiales, ya que Sturm era el auténtico campeón, el número uno. En fin, una auténtica estafa deportiva de la WBA.

Con esto, queremos dejar claro que la justicia deportiva hace que Bernard Hopkins mantenga su récord, que Golovkin fue supercampeón mundial desde que el australiano Daniel Geale derrotó a Felix Sturm y decidió dejar el título de supercampeón, y entonces, el kazajo Golovkin fue aupado a ser el número uno de la WBA en octubre de 2012, no antes.

Por lo tanto, hasta la fecha ha revalidado en quince ocasiones, no veinte, su categoría de campeón mundial, de número uno de la WBA.

Nuestra obligación es destapar la verdad y ahí vamos a estar. Los medios de comunicación menos rigurosos que actúen como estén capacitados, pero desde aquí ni un centímetro de retirada ante las falsedades de la Asociación Mundial de Boxeo.