Carlos Utrilla
@CJBoxing
Foto: Diario Sport (Juli Giner y Sandor Martín, campeones de España)

Varias de las últimas noticias que giran en torno al boxeo español tienen como trasfondo el campeonato de España. Un buen número de peleas ya se da por seguro que lo tendrán en liza, como son Iván Ruiz vs Ángel Moreno, Emiliano Casal vs “King” Daluz, Sandor Martín vs Natxo Mendoza, Rudy Encarnación vs Juli Giner o Roberto Santos vs Isaac Real “Chaca”.

Otras están en negociaciones o se espera la subasta y podrán ir cerrándose en las próximas semanas, como la primera defensa de Aitor Nieto ante Rasilla, el necesario rematch entre “Chiky” y “Romerito”, Pluto vs Lillo, Salcines vs Ferreiro, la subasta filtrada por el semipesado que tendría como protagonistas a Campillo y Adasat Rodríguez o los rumores de peleas entre cruceros con el título en juego (parece que Ibrahim López contra César Córdoba).

Los nuevos responsables del boxeo profesional español, con D. Jorge Arévalo a la cabeza (aunque sería injusto no citar a D. Antonio Martín Galán, que inició lo que se quería fuera una nueva línea), quieren potenciar todo lo posible el Campeonato de España haciendo que se encuentre lo más activo posible.

Algunas cifras
Este interés de la FEB por la disputa del Cto. de España, que algunos de manera poco reflexiva asocian sólo a razones económicas, junto a la aceptación que ha vuelto a tener entre promotores y púgiles y el hecho de que el Boxeo Español se encuentre en un “buen momento dentro de sus limitaciones y trabas”, ha cristalizado en unos números que hacía mucho tiempo se desconocían.

Ya el año pasado hubo 19 peleas con el cinturón en juego. Una cifra realmente extraordinaria aunque el pensamiento de los dirigentes es rebasarla en el presente. Decimos cifra extraordinaria porque (pedimos perdón si hay algún dato erróneo) se trataba de la más elevada, con diferencia, en todo lo que llevamos de siglo. Tan sólo se podía acercar el año 2010, con 13 campeonatos, si bien se trató casi de quemar las naves, pues al año siguiente se dio uno de los datos más bajos que se recuerden (en 2011 sólo fueron 2 los que se disputaron).

Pero es que para ver superados esos 19 combates debemos irnos a principios de los años 80 (1982), cuando todavía se arrastraba el impulso de la década anterior. En 1982 se había disputado el entorchado nacional en 20 ocasiones, 21 en 1981, 23 en 1980 o también 20 en 1979. Para valorar mejor estos números podemos decir que en 1975 los Campeonatos de España fueron 22, en 1970 se disputaron 19 y en 1965 la cifra fue 24.

Hay que tener en cuenta, eso sí, que hay categorías como supergallo, supermedio o crucero que nacen a nivel europeo entre finales de los 80 y mediados de los 90 y que, sin duda, podrían haber aumentado esos últimos datos. Pero también es cierto que eran épocas en las que existía el título nacional, el de Europa y el Campeonato del Mundo (hasta 1982 sólo WBC y WBA) y ahora hay “alguno más”.

Si comparamos con los otros países europeos en los que el título nacional es verdaderamente relevante (por importancia y asiduidad), nos encontramos con que también han experimentado en el último año un incremento notabilísimo, lo que puede obedecer a una estrategia común. En Italia en 2013 se disputó el título 28 veces (20 en 2012) y Francia se fue hasta 31 (15 en 2012). La gran referencia, el prestigioso Título Británico, estuvo en liza en 22 ocasiones en 2012 y 21 en 2013.

Algunas reflexiones
La actividad en los títulos de España tiene, a nuestro parecer, una serie de ventajas que podemos resumir en las siguientes:

– Se suele tener problemas para traer rivales de cierta calidad para los nuestros. Rivales, por un lado, que permitan seguir mejorando y, en otros casos, que permitan subir en listas europeas. El enfrentamiento entre los mejores de nuestro país en cada división lleva a contar con rivales de una calidad y posición que pocas veces reúnen los que pueden venir del extranjero (fundamentalmente por razones económicas).
– El Cto de España y los rivales a los que debes ganar para alcanzarlo te posibilitan el acceso a listas europeas. Una vez en estas se abren nuevas posibilidades.
– De cara a combates que se hagan fuera de nuestras fronteras, el caché (en todos los aspectos) sube si se presenta un púgil como campeón nacional. Es decir, es más fácil acceder al mercado europeo y mayor el dinero que se puede solicitar si se es campeón de España.
– Para mucha gente, estos son los combates que quieren ver porque son los púgiles que conocen. Son las peleas que demandan y por las que están dispuestos a ir al recinto donde se celebren.
– No hay que olvidar su labor como estímulo de púgiles jóvenes y amateurs. Si estos saben que los títulos están activos, comprenden que merece la pena esforzarse, hacer unas peleas y que podrían optar a ser campeones de su país, algo que es un verdadero logro.

Además, se puede ir un paso más adelante y no considerar este cinturón como el que se disputa al principio de la carrera de un púgil y al que ya no se vuelve más. Boxeadores históricos como el gran Roberto Castañón, si abandonaban o perdían el título de Europa disputaban el de España, aunque lo hubieran ganado con anterioridad. Tras la derrota con Hilario Zapata en el mundial WBA, el primer título que disputó “Uco” Lastra fue el de España del pluma.

Por eso, creo que son buenas noticias que hombres más que consagrados como Roberto Santos (campeón de la Unión Europea) o Campillo, si se confirman los rumores, vayan a disputar el Campeonato de España. Las principales conclusiones, empero, podrán verse en unos cuantos años. De momento, creemos que lo importante es estabilizarse en torno a una cifra adecuada. Los 18 combates anuales por el título consideramos que ya sería un logro, sobre si tenemos en cuenta que hay algunas divisiones en las que es difícil disputarlo. Poder subir de esta cifra, aunque no fuera asiduamente, meritorio.

Se trata de conseguir que el cinturón esté en boca de todos, que se mantenga activo, que se valore como se merece, que espectadores y boxeadores (y promotores, claro) deseen que se ponga en liza. Y, por supuesto, que abra puertas a otros posibles objetivos.