Daniel Pi
@BastionBoxeo

La pasada madrugada en el Madison Square Garden de Nueva York (Estados Unidos), el para muchos número 1 de todos los pesos y campeón mundial WBA del peso ligero Vasily Lomachenko (12-1, 9 KO) se proclamó, por primera vez en su carrera, monarca unificado, ya que derrotó al titular WBO José Pedraza (25-2, 12 KO), que ofreció notable oposición hasta que en el tramo final su resistencia fue quebrada y fue derribado dos veces, llevando, aun así, al ucraniano a su única lectura de tarjetas de los últimos cuatro años. La victoria de Lomachenko fue unánime y las puntuaciones de doble 117-109 (muy acertadas) y de 119-107 excesivo.

El enfrentamiento, hasta el undécimo asalto, no fue demasiado espectacular, puesto que Lomachenko ofreció un boxeo más convencional de lo habitual en él dificultado por el sólido planteamiento de un Pedraza que, pese a perder casi la totalidad de los asaltos, supo mantener la pelea contendida aprovechando su alcance y su buena técnica. En cualquier caso, entre muchos amagos, cautela y estudio de ambos púgiles, Lomachenko fue superior debido a sus reflejos casi inigualables, a su gran velocidad de piernas y a su control de la distancia, conectando jabs de forma algo más consistente y, sobre todo, llegando claramente con su izquierda recta.

Este golpe, si bien no fue lanzando de una manera excesivamente frecuente, fue la clave del triunfo de “Hi-Tech”, que impactó su zurda directa de todas las formas posibles, ya fuese desde lejos o en corta, con paso adelante o estático, al rostro o al cuerpo, avanzando o contragolpeando, precedida por un amago o tras una ballesta o incluso después de apartar el puño adelantado de su rival con su mano derecha.

Así, aunque Pedraza se mostró en general bastante afilado con sus directos, si bien poco activo, e impactó algún buen gancho al torso en asaltos en los que tomó la iniciativa y fue más agresivo, Lomachenko utilizó su mayor precisión y sus bloqueos, esquivas y desvíos para imponerse a pesar de escuchar algunos abucheos por la limitada acción del choque.

Con todo, respondiendo a esa reacción del público, y aprovechando que Pedraza iba a menos y cada vez estaba más cerca del ensogado, en el undécimo asalto el doble oro olímpico dañó a su oponente con una izquierda recta, algo que explotó con series de rectos y curvos, intercaladas por diagonales y giros, que dejaron en muy mal estado al puertorriqueño y abrieron la puerta para un gancho diestro al hígado que lo tumbó. Pedraza, en la reanudación, volvió a caer, esta vez por un hook de izquierda también al torso, pero el tañido de final de round tras la segunda cuenta le permitió reponerse lo suficiente para terminar en pie el duodécimo episodio y el combate.

Según el conteo de puños computerizado, Lomachenko impactó 240 manos, 129 más que su adversario, ostentando un 48% de acierto en golpes de poder, superando en este campo al “Sniper” (Francotirador) Pedraza por 158 a 80.

Afirmando que su hombro derecho, operado tras su duelo ante Linares, no le dio ante Pedraza ningún tipo de problema, Lomachenko dice estar feliz por estar un paso más cerca de cumplir su sueño de ser monarca indiscutido del peso ligero, objetivo que intentará culminar el próximo año, siendo conocido que Top Rank ya está intentando cerrar una triple unificación con los cosapirantes al cinturón vacante IBF del peso ligero, Richard Commey e Isa Chaniev. Sin embargo, no sólo hubo mención indirecta de éstos sino que también la hubo de forma explícita del titular WBC Mikey García, señalando Lomachenko: “Quiero dos cinturones más, y quizás el próximo año podamos hacer la pelea contra Mikey García”.