El plástico boxeo de Vasyl Lomachenko sigue ganando adeptos en el siempre difícil mercado estadounidense, mejorando las audiencias del ucraniano progesivamente. Su combate del pasado sábado con Jason Sosa registró una media de 832.000 espectadores en HBO, que ofreció la pelea en abierto para sus cerca de cincuenta millones de suscriptores. Estos datos sitúan al Lomachenko-Sosa como el combate más visto en lo que va de 2017, para satisfacción de Bob Arum, que ve en el doble campeón olímpico la nueva estrella de Top Rank, realizando un importante trabajo promocional para darlo a conocer en Estados Unidos.