Manuel Valero
@Manu_Valero

La insultante superioridad de Vasyl Lomachenko (7-1, 5 KO) hace lucir como un debutante a otro campeón contrastado como Nicholas Walters (26-1-1, 21 KO), que decidió no salir al octavo asalto, a pesar de no haber encajado un excesivo castigo. La frustración, sumada a que el dominio del ucraniano continuaba acrecentándose, jugó en contra de Walters, que no pudo conectar con claridad en ninguna ocasión su mejor arma, su derecha, dando la impresión de que el doble campeón olímpico boxeaba a otra velocidad, conectando golpes desde ángulos inverosímiles que creaba con sus pasos laterales.

La esquina del jamaicano no encontró ningún punto débil en el doble campeón olímpico, teniendo sus mejores momentos el aspirante en el tercer asalto. Con el temor presente a encontrase con las manos de Lomachenko a la contra, Walters sólo se atrevió a sacar golpes de manera aislada desde la larga distancia. «Hi-Tech» comenzó a jugar con su oponente en el séptimo asalto, comunicando Walters a Tony Weeks, árbitro del combate, que no quería continuar. Preguntado sobre su decisión, que no fue recibida por el público del Cosmopolitan de Las Vegas, «The Axe Man» achacó su bajo rendimiento a su larga inactividad, asumiendo su derrota.

Bob Arum, que realizaba su velada número dos mil, se frotaba las manos viendo la brillante actuación de Lomachenko, al que le gustaría defender su corona mundial WBO del peso superpluma frente a Orlando Salido, para desquitarse de su única derrota como profesional. Sin embargo, el promotor estadounidense maneja más planes para el ucraniano, que superó con sobresaliente su prueba más difícil hasta la fecha en el boxeo rentado.