Daniel Pi
@BastionBoxeo

Parece que fue ayer cuando Kerman Lejarraga (27-0, 22 KO) inició su prometedor avance en el boxeo profesional anotándose una tras otra victorias antes del límite y generando unas expectativas crecientes. Mucho más cercana aún está la disputa del campeonato de España del peso wélter ante José Del Río, si bien este combate se produjo en noviembre de 2017.

No obstante, en el intervalo de solamente un año y cuatro meses desde entonces, la figura local se ha convertido, a través de las formidables victorias que se anotó ante Skeete y Gavin en dos campeonatos de Europa, en un figura clave en la lucha de las mayores empresas que manejan la cumbre de la división del peso wélter.

Esta afirmación puede parecer exagerada, pero si se leen con atención los movimientos y necesidades de Top Rank, y a ello se suma su excelente posición en las clasificaciones, señalar que Lejarraga es vital en los planes a gran escala de la categoría quizás se quede corto.

Para exponerlo debemos recordar primero que la hegemonía de la división está polarizada, con Top Rank habiendo firmado un acuerdo multimillonario que ata a su compañía y a la cadena ESPN al monarca WBO del peso wélter Terence Crawford, que recibirá como mínimo tres millones de euros por pelea y muchísimo más si se mide a un rival célebre.

No obstante, Crawford tiene un problema que no es nada pequeño: no tiene rivales. Con ello no queremos decir que no haya nadie tan bueno como él, sino que literalmente no tiene boxeadores de calidad del peso wélter a los que enfrentarse.

Y es que los miembros insignes de esta categoría están casi exclusivamente alineados con PBC y con sus cadenas aliadas Showtime y FOX, contando éstas con los servicios de Spence, Thurman, Porter, Danny García, Andre Berto, Devon Alexander, Yordenis Ugás y un largo etcétera al que se debe sumar el fichaje estrella de Pacquiao y varios pesos superligero ascendidos como Broner o Mikey García.

Así, y si añadimos que hay algunos otros nombres conocidos, como los excampeones Jessie Vargas o Sadam Ali, que están alineados con DAZN, Bob Arum no tiene tres buenos púgiles por temporada que poner frente a Crawford en el peso wélter para mantener viva la construcción de las expectativas de una unificación futura entre “Bud” y Errol Spence.

Los problemas de Top Rank han sido tales que Arum incluso se ha planteado poner ante Crawford al veterano Luis Collazo, provocando reacciones furibundas de los aficionados, a las que finalmente contestó tirando sobre la mesa el as en la manga que era Amir Khan, a quien se le pagará una cifra exorbitante, por encima del valor real del mercado, para asegurarse su participación en el combate, aunque aun así el publico norteamericano no está satisfecho.

Dicho esto, los matchmakers de Bob Arum, que son de los mejores del mundo, saben que sólo tienen tres buenas opciones disponibles para darle peleas de calidad a Crawford, y estos son sus compañeros de escuadra Egidijus Kavaliauskas y Alexander Besputin (aunque pueden ser utilizados también para intentar arrebatar un cetro a PBC) y, fuera de Top Rank, Kerman Lejarraga, que por su acuerdo con DiBella es un agente libre, televisivamente hablando, con el que poder acordar un duelo, además, un boxeador que con sus victorias ante Skeete y Gavin se ha hecho ya un nombre a nivel global.

Hay que recordar que DiBella ha sido lo suficientemente hábil como para hacer de sus flaquezas fuerza y, al no tener una adscripción única, ha puesto a sus boxeadores a combatir en DAZN, ESPN y Showtime-Fox, los tres grandes rivales del mundo audiovisual estadounidense que no consiguen ponerse de acuerdo entre ellos casi nunca.

Por otro lado, Lejarraga es el mejor clasificado en la IBF, el 2º en el WBC y el 5º en la WBA, o sea que está en posición de apuntar a los cetros que poseen Spence, Porter y Thurman, de modo que si Al Haymon moviese ficha rápido podría intentar asestar un golpe decisivo a Top Rank quitándole a un peso wélter destacado como posible rival de Crawford.

Es en esta línea en la que se deben interpretar las noticias que aparecieron hace unos meses sobre un posible acuerdo entre DiBella y Bob Arum para intentar asegurar un asalto mundialista de Lejarraga ante Crawford a medio plazo.

Lógicamente, Lejarraga y su equipo más próximo tendrán la última palabra y deberán considerar qué opción es la que más satisface sus objetivos, no pudiéndose pasar por alto que Arum y Haymon pretenden utilizarlo para engrosar los beneficios potenciales que se pueden extraer de las mayores estrellas norteamericanas. No obstante, Lejarraga ha alcanzado ya, como se ha mostrado, un peso importante en la estrategia boxística mundial.

Quizás debamos, por ello, leer la pelea contra David Avanesyan (23-3-1, 11 KO) como una prueba de fuego para Lejarraga, como un enfrentamiento que, sea cual sea su actuación, llevará a que los analistas de Top Rank y PBC se pongan manos a la obra para considerar qué pasos deben intentar dar a continuación.

En este sentido hay que recordar que Avanesyan se ha enfrentado a un miembro de PBC, estadounidense y con buen boxeo como Lamont Peterson y que se ha medido a una estrella en ascenso de Europa del Este, con pegada y perteneciente a Top Rank como el arriba citado Kavaliauskas, que venció en seis asaltos a Avanesyan en su último combate y con el cual, inevitablemente, para bien o para mal, se comparará a Lejarraga tras el choque del sábado.

En cualquier caso, lo más importante ahora para el aficionado y para el boxeo español en general es que este sábado, en el Bilbao Arena y con la emisión de Euskal Telebista para el País Vasco y Eurosport 2 para todo el territorio nacional, el invicto Kerman Lejarraga pugnará contra un boxeador bien valorado, duro y muy exigente como el ruso de origen armenio David Avanesyan, pelea de un extraordinario nivel, más aún para los estándares recientes de nuestro boxeo, y que contará con un muy buen respaldo.

¿Qué se puede decir de Avanesyan más allá de lo mencionado? Vale la pena señalar que el ruso, actualmente residente en Reino Unido, cuenta con un bagaje de 100 peleas amateur, si bien, por tener un ritmo combativo bastante irregular y esquemas tácticos poco constantes, su estilo encajaba mejor con las contiendas largas del boxeo rentado.

Por ello, a los 20 años se produjo el inicio de su carrera profesional, en la que, a pesar de una derrota al comienzo (2009) ante el posteriormente retador mundial Andrey Klimov y un empate controvertido ante el rocoso Aslanbek Kozaev (2013), “Ava” amasó una racha exitosa que no fue cortada hasta que en 2017 cayó de forma ajustada ante el excampeón unificado Peterson.

Presentando durante buena parte de su carrera más peligro que premio y no habiendo firmado por una gran promotora, Avanesyan no ha logrado mayúsculas oportunidades ni logros, motivo por el que antes de medirse a Peterson aceptó una pelea que le valió severas críticas ante un Shane Mosley al borde de retiro. Por lo demás, recientemente, después de su dura derrota ante Kavaliauskas, el ruso acordó enfrentarse en diciembre de 2018 a una promesa del peso wélter como el olímpico británico Josh Kelly, pero éste, después de pesarse, y tras la noche anterior a la pugna, afirmó que estaba enfermo y que no podía combatir.

Dicha cancelación provocó la ira de Avanesyan y de su mánager, un Neil Marsh que afirma que Kelly huyó de la pelea, puesto que en la noche en la que el británico supuestamente enfermó lo vio de fiesta en un bar riendo con sus amigos, acontecimiento precedido por el nulo interés mostrado por su entrenador en la reunión de elección de guantes para la pelea y por un agresivo intento de cambiar de los acordados doce asaltos a diez.

Frustrado por haber tenido que dejar a su bebé recién nacido para entrenarse intensamente para una pelea que no se produjo, y queriendo asegurarse el porvenir de su familia, pese a la inactividad de un año a la que llegará al combate del sábado, Avanesyan está perfectamente preparado y ansioso por combatir, de modo que, siendo siempre una garantía de voluntad de victoria y esfuerzo, podemos esperar un boxeador que tratará de emplearse a fondo para superar a Lejarraga.

Obviamente, llegando de una derrota antes del límite y sin peleas en doce meses para medirse a un destructor, Avanesyan está un tanto por detrás en las apuestas. Sin embargo, esto no debe confundirnos, ya que es un boxeador intrincado. Peleando con espacios, sus inesperadas y precisas arremetidas aisladas con directo diestro o con gancho zurdo le hacen un boxeador muy incómodo. Por otro lado, en corta, su valentía, encaje, óptima preparación física y potencia, junto a un buen uso de los curvos, le hacen un boxeador completo y difícil.

Pese a ello, Lejarraga cuenta con un potente jab, arma vital para frenar las embestidas del visitante al igual que los excelentes crochés y ganchos a la contra que posee el bilbaíno. Asimismo, por superioridad en contundencia, fortaleza y agresividad, Lejarraga en una confrontación cuerpo a cuerpo debería llevarse la mejor parte. Y es que, si el técnico Peterson pudo salvar la victoria arrebatándole la iniciativa a Avanesyan y trabajando al torso, es de esperar que el empuje de un boxeador más fuerte y grande como Lejarraga tenga aún mejores resultados.

Sea como sea, será difícil que el sábado veamos una pelea tibia y carente de acción, sino que más bien deberíamos esperar una muy buena batalla en la que, más allá del riesgo de cortes por los arrojados avances de Avanesyan, si el retador ofrece su mejor versión y no se ve quebrado pronto por uno de los inaguantables golpes de poder de Lejarraga, podrían producirse rounds verdaderamente interesantes.

Las apuestas son favorables a Kerman Lejarraga
La victoria de Lejarraga se paga a 1,16 € por euro apostado, mientras que la de Avanesyan a 4,50 €.
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