Daniel Pi
@BastionBoxeo

Hace escasos minutos en el Bilbao Arena, Kerman Lejarraga (25-0, 20 KO) acaba de proclamarse campeón de Europa del peso wélter al derrotar por nocaut técnico en el segundo asalto al británico Bradley Skeete (27-2, 12 KO), excelente boxeador y coaspirante al cetro vacante que, pese a su condición de favorito en las apuestas, no pudo contener la potencia del “Revólver de Morga”.

El combate se inició con numerosos cruces de jabs en los que, pese a la destreza con este golpe de Skeete, Lejarraga tuvo buenos resultados, tanto que su rival pareció verse sorprendido. En el segundo asalto, Skeete trató de desplazarse más, pero Lejarraga le alcanzó con potentes curvos. En ese mismo round, un croché diestro tumbó a Skeete, que poco después de la reanudación volvió a a ser derribado con un gancho al hígado. Finalmente, Skeete cayó por tercera vez por un último hook al cuerpo enlazado con otros curvos, suponiendo este knockdown la detención del encuentro, ya que la esquina del británico tiró la toalla.

El hecho de haber logrado proclamarse campeón de Europa, mucho más en una división tan contendida, es un éxito de grandes proporciones y al alcance de muy pocos. Con todo, más importante aún que la corona continental resulta el increíble impulso en prestigio internacional y la drástica mejora que experimentará en las clasificaciones Lejarraga que, al batir a un púgil de reconocida valía, evitado por muchos púgiles destacados y top 15 en tres organismos, entra de lleno en la lucha por alcanzar las mayores cotas en la división del peso wélter.

Y es que, al margen de la previsible entrada en la lista WBO, Lejarraga podría escalar hasta el top 5 WBC y WBA, debiéndose esperar a la clasificación que le otorga la IBF, donde Skeete era virtualmente 2º antes de esta derrota. En definitiva, ya sea pugnando por escalar los últimos puestos hacia el mundial, realizando algunas buenas defensas de su cinturón europeo o llegándole alguna interesante oferta por parte de un agente destacado en la categoría, parece que delante de Lejarraga se ha abierto un futuro espléndido y lleno de posibilidades, que deberá evaluar cautelosamente.