Daniel Pi
@BastionBoxeo

Lo único que podía hacer el campeón WBA del peso crucero Denis Lebedev (30-2, 22 KO) para no ver aún más agrandadas las críticas en su contra era vencer de forma muy amplia al retador voluntario Mark Flanagan (22-5, 15 KO) y eso es precisamente lo que hizo al imponerse por decisión unánime y cartulinas de 120-107 y doble 119-108, si bien con su excesiva relajación y escasa toma de riesgo su imagen estuvo lejana a la ofrecida ante Kalenga, Ramírez o Gassiev.

En el comienzo, ambos boxeadores se tantearon en el centro del ring con el jab a la vez que realizaron algunas pruebas con su mano atrasada, Flanagan intentando conectar su potente derecha recta y Lebedev buscando su izquierda directa al cuerpo. Aunque antes del combate el retador afirmó que “se metería en la trinchera” y buscaría una batalla en la distancia corta, su planteamiento terminó siendo el inverso a éste y contrario a lo conveniente para él, tratando de caminar el ring en lugar de presionar intensamente y buscar desgastar a su veterano rival. Así, el ruso comenzó a tomar la iniciativa, y con ello el control de la pugna, y a anotar buenos golpes al cuerpo y cruzados de mano adelantada.

Tan pronto como en el tercer asalto, resultó evidente que el australiano necesitaba realizar un ajuste estratégico, pero éste no se produjo, por lo que cómodamente Lebedev fue conectando su directo zurdo y su cruzado diestro para irse apuntando rounds a su cuenta. Con la cara ligeramente enrojecida, desde el cuarto episodio el visitante comenzó a perder algo de velocidad, de forma que el jab de Lebedev lo alcanzó con mucha contundencia al igual que diversos curvos diestros al contragolpe. Además, Lebedev bloqueaba y esquivaba la mayoría de manos lanzadas por el retador, por lo que el encuentro empezó a decantarse de un solo lado.

En el quinto round Flanagan intentó alguna tosca pero peligrosa ofensiva, aunque un Lebedev sumamente calmado no tardó en responder con un seco directo de mano adelantada que dejó algo tocado a su rival, quien encajó posteriormente una combinación al cuerpo. Cuando en el sexto y en el séptimo asalto Flanagan acortó la distancia, su efectividad aumentó pero, insistiendo erróneamente en su táctica preestablecida, siempre volvió a ceder la iniciativa, siendo blanco sencillo para los jabs y rectos del campeón.

Tras amenazar en el octavo con una combinación, en el noveno episodio se produjo un knockdown a favor del ruso, que obligó a Flanagan a poner la rodilla en la lona con un recto al cuerpo precedido por un cruzado diestro. De todos modos, la excesiva tranquilidad del local en la reanudación sólo dio lugar a un hostigamiento de mediana intensidad con uppercuts zurdos enlazados con crochés diestros, por lo que en el décimo asalto Flanagan no sólo estaba recuperado sino que buscó explotar su pegada para dar la vuelta a un enfrentamiento que ya tenía perdido a los puntos. Finalmente, tras algunos voluntariosos intentos por parte de “Bam Bam”, que sólo facilitaron el impacto de los contragolpes del monarca, el encuentro llegó a su conclusión, certificando los jueces el triunfo de Denis Lebedev.

Con las posibilidades de una unificación desparecidas hasta la segunda mitad de 2018 y resultando probable que la WBA otorgue un permiso especial a su retador oficial Yunier Dorticos para que pueda desarrollar su participación en las World Boxing Super Series, las opciones futuras para Lebedev resultan bastante limitadas, en especial si quiere medirse a un rival de nivel al que no se haya medido ya. Así, quizás podría buscar algún interesante cruce ante Mateusz Masternak y Maksim Vlasov o incluso la Asociación Mundial de Boxeo podría exigirle que se enfrentase al número 1 de la lista Arsen Goulamirian, pero parece evidente que su no participación en las WBSS le dejará en una posición muy comprometida y frustrará absolutamente su pretensión de alzarse al número 1 de la división, pudiendo acelerarse por ello su decisión de retirarse del boxeo.