Manuel Valero
@Manu_Valero

Escudado en los números de ventas de PPV, Óscar De la Hoya siempre ha exigido ser el «lado A» a la hora de negociar una pelea con Gennady Golovkin. Sin embargo, el kazajo no ha estado conforme con el reparto de la bolsa propuesto por el promotor de «Canelo», enviando Tom Loeffler, mánager de «GGG», una contraoferta a Álvarez en las últimas semanas.

Con dieciocho millones de espectadores en México (todavía lejos de las últimos datos televisivos de Juan Manuel Márquez) y más de 50.000 entradas vendidas, «Canelo» ha demostrado una vez más su atractivo entre el público azteca, interesándose Jerry Jones por realizar el Álvarez-Golovkin en la cancha de los Dallas Cowboys.

Con la industria del PPV de capa caída en Estados Unidos, y el hecho de que su rival fuese un desconocido para los aficionados americanos, los números de PPV vendidos en su combate ante Liam Smith no refuerzan al púgil mexicano. Como ya ocurriese en su pelea ante Amir Khan, Golden Boy Promotions no ha facilitado cifras oficiales, filtrando Los Ángeles Times que hubo entre 250.000 y 300.000 ventas. Esto supone que «Canelo» ha bajado en 600.000 PPV vendidos desde su pelea con Miguel Cotto en noviembre de 2015.

Consciente de que el tiempo corre en su contra, Golovkin presume de haber colgado el cartel de no hay billetes en Los Ángeles, Nueva York y Londres, aunque su estreno en PPV ante David Lemieux se saldó con apenas 150.000 ventas.