Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui

Si en algo coinciden los aficionados al boxeo es que lo mejor del pugilismo, además de la calidad de los boxeadores, claro está, es la igualdad en los combates, el no saber quién va a ganar, el suspense y la tensión hasta el final. Algo que en muchas veladas de muchas partes del mundo desgraciadamente no ocurre ni por asomo, son las que llamamos veladas o combates spoiler, las que al observar los emparejamientos ya te anuncian prácticamente el resultado exacto de cada pelea.

Mismamente este fin de semana en España se anuncia otra velada spoiler, de ganadores contra perdedores, con alguna mínima excepción. ¿Qué aporta esto al aficionado? Nada, excepto a los familiares y amigos de los púgiles, que les ven encima del ring ganando a un cualquiera.

Pero parece que esto puede ir poco a poco desapareciendo. La web mundial de récords, BOXREC, utiliza desde hace un tiempo un algoritmo por el que muchos boxeadores de cierto nivel al enfrentarse a púgiles claramente inferiores, no solo no suben puestos en su clasificación, sino que bajan. Quiere decir que boxeadores que tienen una buena clasificación, al elegir su mánager o promotor rivales con un nivel notoriamente menor, pueden llevarse la sorpresa de que a pesar de haber ganado por KO (como se esperaba) vean que han bajado incluso varios puestos. Son penalizados por disputar combates muy desiguales. Si quieres estar arriba como los grandes, debes ganar a púgiles de entidad.

Esto motiva que a nivel mundial ya no se valore tanto el contratar a dicho boxeador, ha bajado de posición y no se le considera competitivo para los promotores que quieran rivales de verdad para títulos o para combates interesantes.

Una iniciativa fantástica que quiere acabar con los combates desnivelados, porque ¿Qué le aporta al aficionado un combate desigual? Nada, aburrimiento. ¿Y al boxeador? Cero, se esfuerza y aprende más en una buena sesión de sparring. ¿Al mánager? Bueno, que su boxeador sigue sumando victorias, pero en contra, el púgil baja importancia en el escaparate internacional. ¿Y al promotor? Pues menos todavía, las veladas spoiler deberían estar desiertas de público.

Esto ha de hacer pensar sobre todo a los boxeadores que quieren triunfar en este deporte, y que exijan a su mánager que el rival sea de cierta altura, que una victoria le aporte experiencia y consideración, que sea más respetado por el mundo del boxeo.

Lógicamente, al principio de la carrera de un púgil los combates iniciales no pueden ser ante campeones del mundo, y el subir en las clasificaciones es lógico tras victorias ante rivales de escaso bagaje, pero hasta llegar a un punto en que un grande ante un pequeño ya no tiene razón de ser.

Un aplauso para esta nueva forma de ver el boxeo. Porque si lo que se quiere es engañar al aficionado, parece que cada vez va a ser más difícil.