
Una vez que Saúl «Canelo» Álvarez cumplió al derrotar a William Scull, se anunció de forma oficial el combate entre el mexicano y Terence Crawford, el cual tendrá lugar el 12 de septiembre en Las Vegas. El estadounidense subirá al peso supermedio en un duelo entre dos de los mejores boxeadores de lo que va de siglo, aunque con una ventaja de peso para Álvarez. El principal motivo para convencer a los boxeadores es el pago de unas bolsas astronómicas. Canelo tiene garantizada una bolsa de 138 millones de euros (150 millones de dólares), una cifra que lo catapultará de nuevo a los primeros puestos de los deportistas mejor pagados del mundo.
Por su parte, Terence “Bud” Crawford, ya cuenta billetes de cara a una jubilación dorada. Su bolsa garantizada ronda los 50 millones de euros. La pelea va camino de situarse entre las que más dinero han movido de la historia, ya que a estos números habrá que sumar las ventas de PPV. El hombre clave para concertar el combate es Turki Alalshikh, con quien Álvarez firmó un contrato de cinco peleas por un total de 368 millones de euros (400 millones de dólares).
El impacto económico de esta pelea no solo reafirma a Canelo como una máquina de generar ingresos, sino que lo devuelve al exclusivo club de los deportistas mejor remunerados del mundo. En 2023, el mexicano ocupó el quinto puesto en la lista de Forbes con ingresos de 101,2 millones de euros (110 millones de dólares), pero en 2024 cayó al decimocuarto lugar con 78,2 millones de euros (85 millones de dólares), principalmente por enfrentarse a rivales con menos prestigio como Jaime Munguía y Édgar Berlanga. La bolsa de la pelea contra Crawford, sumada a sus negocios en gasolineras lo posicionará nuevamente en el top 5 en 2025.