El interés por los combates de Manny Pacquiao entre el público estadounidense continúa en sus horas más bajas, coincidiendo con unas de las peores épocas en lo que al PPV se refiere. Respecto a su combate con Mayweather, las cifras de su última pelea a Jessie Vargas suponen un descenso de más del 90% de espectadores. La primera velada ofrecida y distribuida por Top Rank apenas superará las 300.000 ventas, según declaró Bob Arum, siendo estos números similares a los del tercer combate de Pacquiao con Tim Bradley.

Aún así, Top Rank dio los números por buenos, por lo que ya piensa en la siguiente pelea de Pacquiao, que tendrá lugar en la primavera de 2017. Mientras tanto, las ventas de PPV de la UFC, gran rival del boxeo en estos momentos, continúan subiendo como la espuma, aprovechando la popularidad del irlandés Conor McGregor.