Christian Teruel
@Chris_Le_Gabach

Hace unos días, el excampeón Anthony Joshua concedió su primera entrevista tras perder ante Usyk en IFL TV. Y dejó perlas bastante interesantes, tanto en lo que dijo como en lo que insinuó e incluso visuales. Esto último fue lo primero que impacta al verlo aparecer con una gorra de la marca de Canelo, No Boxing No Life. Algo que no tendría que llamar la atención per se (tanto el mexicano como el británico tienen a Eddie Hearn de “amigo” en común) si no fuera por el tour americano que ha hecho visitando distintos entrenadores, entre ellos a Eddy Reynoso, dando a entender de que está buscando nueva esquina.

Y es aquí donde se ve que no sólo es una apariencia. Porque a lo largo de la entrevista deja algunos recados a su equipo, dejando entrever que su actuación ante Usyk se debe solamente a ser la ejecución de la idea de este. En una versión light del Wilder post derrota en su segunda pelea con Fury (difícil llegar al nivel de conspiración judeomasónica reptiliana del americano) pero que resulta casi igual de impactante al venir de AJ.
Porque precisamente el inglés siempre ha destacado por lo caballeroso de su comportamiento, tanto en la victoria como en la derrota. Ya se vio como tras perder contra Ruiz Jr. huía de todo el tipo de excusas y confabulaciones que el resto del mundo boxístico hacía por él. Si bien es cierto que no achaca todo lo ocurrido a sus preparadores, la mención de que es producto de un método y entrenamiento ideado por ellos es recurrente a lo largo del vídeo. De la misma forma, reitera el soltar nombres de grandes púgiles históricos y su relación con entrenadores ídem. Y por si no queda claro, se aleja de seguir sugiriendo y confirma que busca un guía nuevo y que McCracken deberá aceptar un rol secundario… o ninguno.

Pero su Wilderización no se limita a escurrir el bulto a la hora de explicar la derrota. Y es que parece que el propio Joshua se ha cansado de ser un boxeador quirúrgico y que abogue por la “sweet science”. En otra puya a su equipo, afirma querer abandonar ese estilo adquirido para la revancha contra Andy Ruiz Jr. y quiere volver a su versión explosiva. Quiero guerra, asesinato. Esto es peso pesado, confiesa. Curiosa esta declaración cuando la última vez que esto pasara fuera noqueado. Y remata con la intención de ir a por el alma de Usyk, como si se tratara de Shang Tsung en Mortal Kombat.

Por último y tras insistir en lo que le gusta su gorra de su colega mexicano, alaba la actuación de Fury y Sugar Hill (remarcando otra vez una relación púgil-entrenador), que no va a huir de nadie, sea Wilder, Whyte, Ortiz… Y le desea a un Arum que lo puso a caer de un guindo lo mismo que nosotros a la factura de la luz: que se vaya lejos. Pero de forma ruda, ya me entendéis.

¿Estamos ante un nuevo Anthony Joshua? ¿Es esta actitud debido a lo afectado que está por su última derrota? ¿Es todo el comienzo de una campaña de Eddie Hearn para empezar a vender la revancha contra Usyk? Sea lo que sea, solamente esperamos que no acabe noqueando a ninguna mascota publicitaria con un pobre hombre dentro.