Julius Julianis
@JulianisJulius

Tras la victoria por KO que obtuvo Deontay Wilder (35-0, 34 KO) frente al francés Johan Duhaupas (23-3, 20 KO), surgieron las dudas sobre cuál sería la siguiente defensa del cinturón mundial WBC que afrontará el norteamericano, pero Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) ha intentado disipar rápidamente cualquier atisbo de incertidumbre, aplicando la reglamentación de dicho organismo.
Sulaimán ha afirmado públicamente en varias ocasiones desde el sábado que el siguiente combate del campeón mundial pesado ha de ser la defensa obligatoria del cinturón ante su retador, el excampeón mundial y medallista de oro olímpico Aleksandr Povetkin (29-1, 21 KO), puesto que ya se ha agotado el plazo establecido en los estatutos de WBC para dicha defensa del título.
Todo está completamente aclarado; Povetkin tiene un combate programado para el 4 de noviembre en Kazán (Rusia), y si derrota al gigantesco polaco Mariusz Wach (31-1, 17 KO) en ese envite, ese mismo día se abrirá oficialmente el periodo de negociaciones entre los equipos del campeón y el retador.
Si durante el plazo de negociación no consiguiesen llegar a un acuerdo para la disputa del campeonato, el siguiente paso, según el reglamento, sería la celebración de subasta pública para la adquisición de los derechos de organización y promoción del evento (la última vez que el manejador de Povetkin, el oligarca ruso Andrey Ryabinskiy, fue a una subasta, ofertó 26 millones de Euros y se llevó el Klitschko-Povetkin a Rusia, en 2013; pero el manejador de Wilder, el misterioso Al Haymon, es la cabeza visible del mayor proyecto de boxeo en televisión en USA).