Manuel Valero
@Manu_Valero

El presidente de la WBA, Gilberto Jesús Mendoza, ha repetido en numerosas ocasiones que reduciría el número de campeones mundiales en cada categoría. La realidad es que la WBA continúa creando confusión entre los aficionados al boxeo, proliferando los cinturones, lo que resta prestigio a aquellos que logran el título de campeón mundial.

Ayer se anunciaba que Beibut Shumenov regresaba tras más de dos años de inactividad a los cuadriláteros el 7 de julio en Astaná (Kazajistán). Su rival será el turcoalemán Hizni Altunkaya, y la WBA ha dado el visto bueno para que en juego esté nada menos que el título mundial regular WBA del peso crucero. Precisamente en la categoría del peso crucero, la WBA no supo explicar el terrible lío que generó el pasado mes de febrero cuando nombró a Denis Lebedev campeón en receso, y elevó a Murat Gassiev a «supercampeón», la cual es la máxima distinción de este organismo. O sea, ¡tres campeones en la categoría!

Por ello, el título que se disputará ahora en suelo kazajo es toda una aberración y contradicción en los propósitos de Gilberto Jesús Mendoza de reducir el número de campeones por división. Solo motivos económicos o de amistad o de otra índole podrían explicar que un púgil que viene de estar retirado dos años y que sus tres últimas victorias fueran ante rivales de segunda fila, sea nombrado aspirante, o lo que es más llamativo, que su rival Altunkaya viene de ganar por puntos a un rival con un récord de 3-7-1, y que el último que ha ganado con récord destacado fue en 2011.

La relación de la WBA y Shumenov se remonta a 2009, cuando le fue concedida una revancha ante el español Gabriel Campillo. En Las Vegas, Shumenov se impuso a los puntos de manera claramente injusta y al bueno de Campillo este organismo no le aprobó realizar una tercera pelea con Shumenov, que había merecido sin duda alguna. Shumenov mantendría el título cuatro años, sin boxear con los grandes nombres de la división, hasta que cediese la corona frente a Bernard Hopkins. La WBA le autorizaría a disputar el cinturón interino en 2015 ante B.J. Flores, y un año después el cinturón mundial, cuando el supercampeón era Denis Lebedev.
¿Cuándo comenzará Gilberto Jesús Mendoza a aplicar sus propósitos?