Darío Pérez
@Ringsider2020

El pasado domingo, denunciábamos la que quizás era la peor puntuación de unos jueces de boxeo en lo que va de año, y eso que este deshonroso calificativo estaba difícil de batir.

Pueden recordar nuestros lectores la crónica del combate de semifondo de la velada de PBC, un título mundial de las decenas que sanciona la WBA sin ser el que determina, ni para ellos, al mejor boxeador de la categoría. En este caso, el mundial interino del peso superligero, disputado por un venezolano como Gabriel Maestre, un excelente amateur que ya en su debut profesional disputó un título de zona organizado por dicho organismo; ya resulta curioso.

El pasado sábado, Maestre tenía como rival a Mykal Fox, un púgil que desarboló completamente a Maestre, derribándolo en el segundo asalto y ganándole, al menos, nueve de los doce asaltos que disputaron. Sin embargo, las puntuaciones fueron demenciales, como dijo unánimemente toda la prensa mundial relativa al pugilismo y airados aficionados en las redes sociales. 114-113, 115-112 son cartulinas que pedían a gritos una investigación y suspensión a los jueces encargados, pero el 117-110 es, deportivamente al menos, de cárcel. Basura deportiva, probablemente juzgando bajo el prisma de que tenía que ganar Maestre sí o sí.

La oficial encargada de esta desastrosa tarjeta se llama Gloria Martínez Rizzo. Curiosamente, esta venezolana está casada con un gerifalte de la WBA, Ricardo Rizzo, y había un representante del controvertido organismo en la esquina de un Maestre que ya había intentado hacer trampas antes del combate, con un vendaje duro en mayor superficie de la reglamentaria que fue denunciado por la esquina de su rival.

Por si eso fuera poco, se descubrió que la cuenta de Twitter personal de Gloria Martínez presentaba unos contenidos de índole antidemocrático, racista e incitador a la violencia. Así, acusaba a Joe Biden de «robar las elecciones» al «verdadero presidente Trump», mandaba al «estúpido» LeBron James «de vuelta a su cuadra», llamaba «cara de mono» a Michelle Obama y pedía que «matasen» a la cofundadora de la organización antirracista Black Lives Matter. Un auténtico peligro para la sociedad. Mykal Fox, su última víctima deportiva, se preguntaba con un punto de ironía tras salir a la luz estos tuits, cómo podía ganar, siendo afroamericano, con alguien así tomando la decisión.

Parece ser que la WBA va a suspender a esta señora, que parece incapacitada para juzgar a nadie, durante seis meses, como ha anunciado Gilberto Mendoza, ampliables a una prohibición vitalicia. Pero, ¿Por qué dejan a esta señora ser jueza? Parece más de cara a la galería y una acción que intenta limpiar el prestigio de su organismo, actualmente tan en mínimos que muchas webs de boxeo están empezando a dejar de considerar a la WBA como una de las principales a la hora de enumerar campeones mundiales. La están borrando del mapa, siendo directos. Y es, como mínimo, para pensárselo.