Inoue-Donaire I, que sí pudo verse por televisión

Darío Pérez
@ringsider2020

Durante los últimos tiempos, y pese a sufrir una pandemia y consecuente reducción de la actividad deportiva, nos habíamos acostumbrado a lo bueno. Veníamos de años complicados, muy duros, tras el cierre de Marca TV. Antaño trasnochábamos, aficionados al boxeo más veteranos y noveles, para ver a Sergio «Maravilla» Martínez, Manny Pacquiao, Miguel Cotto y muchas estrellas del inicio de la pasada década, además de ver las primeras gestas de Kiko Martínez y buenas peleas entre púgiles nacionales.

Huérfanos de boxeo en directo de manera habitual, nos instalamos en los llamados, en diferentes épocas, los «años del plomo». De repente, teníamos que buscarnos la vida, un fin de semana tras otro, para poder ver cualquier tipo de combate, puesto que la televisión había cerrado de manera total su ventana al Noble Arte. Escarceos de algunas plataformas como Canal Plus, TotalChannel o la web de Marca con algunas veladas en PPV y la de As con algún combate puntual, servían con cuentagotas boxeo en directo mientras la afición de gran parte de la gente se iba desvaneciendo, cansados de la situación. Solo algunos grupos en internet o fanáticos de manera aislada se las ingeniaban para ver, de aquella manera (ya que no era posible ni siquiera pagando) las mejores peleas del momento.

En los últimos tres o cuatro años, se ha ido invirtiendo la tendencia. El advenimiento de plataformas como Fight Sports, DAZN, FITE, Proximia o La Liga Sports, la renovada apuesta de Eurosport, el reenganche de Movistar+ y los habituales diferidos de Gol en abierto volvieron a poner el boxeo al alcance de todos; espero que me disculpen si se olvida a alguien que ha ofrecido boxeo en el último lustro de manera habitual. Con un coste más o menos elevado para el hogar medio por la disgregación de contenidos, sí, pero a la vez muchísimo contenido, siendo posible ver casi todo el boxeo más destacado cada fin de semana. Ya pocos recordábamos las dos defensas de Kiko Martínez, una en Alicante, de su título mundial supergallo IBF sin televisión, pues nos volvían a dar la oportunidad de seguir la actualidad sin mayores problemas, acompañado por nuevas iniciativas de aficionados o periodistas en nuevos medios como iVoox, YouTube o Twitch.

Sin embargo, el baño de realidad de estos últimos diez días ha sido doloroso. La unificación completa del peso ligero entre George Kambosos Jr. y Devin Haney no pudo ser seguida de ningún modo en nuestro país, pese a los rumores que parecían apuntar a Fight Sports. Dos días después, no se pudo ver cómo Naoya Inoue y Nonito Donaire, uno de los mejores boxeadores de la actualidad y un veterano muy seguido en nuestro país; la situación se agrava pensando que su primera pelea fue espectacular, a finales de 2019, y sí pudo ser seguida, disfrutada, por Eurosport en España. ¿Hemos ido a peor, entonces? Unificación de tres cinturones del peso gallo que no vimos, situación parecida a los cintos que unen, esta vez en el límite semipesado, Artur Beterbiev y Joe Smith Jr. Otro excelente pleito, sobre el papel. A esta hora, podemos asegurar que, salvo milagro, no podremos degustar esta batalla en tierras españolas.

¿Estamos tan mal? Probablemente, no. Podemos ver todos los eventos de Matchroom Boxing, Golden Boy Promotions y una selección de contenidos nacionales e internacionales en distintas plataformas. ¿Es descorazonador que tres de las mejores propuestas boxísticas no puedan ser seguidas, ni pagando, por nuestros aficionados? Desde luego que sí. La sensación de discontinuidad de algunas emisoras, del quiero-pero-no-puedo de otras, apuestas por otros deportes de contacto de las de más allá y límites presupuestarios de, no hay que engañarse, casi todas ellas, imponen el negro en nuestras pantallas cuando, en ocasiones como la de estas últimas semanas, queremos ver lo más destacado de la disciplina que más nos gusta. Habrá que seguir remando, clamando en redes sociales y, por desgracia, poniéndose el parche en el ojo…