Manuel Valero
@Manu_Valero

Delante del nuevo T-Mobile Arena de Las Vegas, Saúl «Canelo» Álvarez (46-1-1, 32 KO) y Amir Khan (31-3, 19 KO) superaron su cita con la báscula marcando 70,300 kg ambos púgiles, en el límite del peso pactado en el contrato. La costumbre del mexicano de pelear en «su propia categoría» no ha sentado bien entre los aficionados, acrecentado el malestar al ser una defensa del título mundial WBC del peso medio, cuyo límite es más de dos kilogramos por encima de la «división Canelo».

Álvarez, de 25 años, llega al combate tras sumar su victoria más prestigiosa el pasado noviembre ante Miguel Cotto. Lejos queda la derrota con Floyd Mayweather en 2013, cogiendo impulso el de Jalisco para convertirse en la nueva estrella del boxeo mundial tras la retirada del americano y Manny Pacquiao. Es inevitable no pensar en una pelea entre «Canelo» y Gennady Golovkin, aspirante oficial al título y el peso medio más en forma del momento. Las trabas puestas por Álvarez parecen alejar el enfrentamiento, mientras el kazajo continúa despachando rivales de segunda fila como hizo con Dominic Wade.

«Canelo» tendrá que superar antes esta noche a Amir Khan, que asumirá el riesgo de subir dos divisiones en busca de un gran combate, tras no conseguir pelear con Mayweather y Pacquiao, intentando ganarse un hueco en la historia como hizo Roberto Durán al subir del ligero al wélter, aunque en ese caso el cambio de categoría fue gradual. El físico de Khan y su capacidad de encaje son los factores en contra del de Bolton, que tendrá que imponer su velocidad sin entrar en intercambios para superar a Álvarez.

En la memoria de los mexicanos estará presente la primera derrota de Julio César Chávez como profesional, cuando tras noventa combates perdió con Frankie Randall en el estreno del MGM Grand, hace más de veintidós años. «Canelo» y Khan inaugurarán boxísticamente el flamante T-Mobile Arena, embolsándose de fijo dos millones de euros Khan y tres y medio Álvarez, aunque se espera que estas cantidades engorden más de diez millones para ambos gracias a la venta de los derechos televisivos. Más de 150 países verán esta noche esta pelea, que a pesar de no haber despertado un gran interés entre los aficionados, el promotor Óscar De la Hoya espera cosechar buenos resultados económicos.