Carlos Utrilla
@CJBoxing

El sábado por la noche, en el Barclays Center de Brooklyn (New York), el estadounidense Deontay Wilder (35-0, 34 KO) afronta la tercera defensa del cinturón mundial WBC de la máxima categoría, el peso pesado. Su rival será el polaco Artur Szpilka (20-1, 15 KO), en la que se espera sea la prueba definitiva antes de empezar a pelear con los grandes nombres de la división: el aspirante oficial Alexander Povetkin y el ganador del combate Tyson Fury vs Wladimir Klitschko II.

Deontay Wilder, la gran esperanza negra

A pesar de que ya cuenta con 30 años, hay muchos ojos puestos en Wilder, quien a principios del año pasado conseguía proclamarse primer campeón de su país, en la división de los pesados, desde que Shannon Briggs lo fuera de manera fugaz por la WBO (finales de 2006 y la primera mitad de 2007).

En la última década la división reina había perdido el interés de los medios, y buena parte del público, debido a una serie de circunstancias: la retirada de los grandes nombres que nos hicieron vibrar en los 90, la aparición de gigantes procedentes de los antiguos países que formaron la URSS y cuyo boxeo ha sido tildado de aburrido por muchos, la falta de campeones procedentes de Estados Unidos y que suelen contar con la maquinaria propagandística de los medios de este vasto país. Por eso, la irrupción en escena de Wilder ha sido celebrada por muchos.

Deontay Wilder, que practicó baloncesto y fútbol americano, acabó decantándose por el boxeo cuando nació una de sus hijas con una malformación congénita (espina bífida). Su carrera amateur fue rápida y exitosa, culminando con una medalla de bronce en Pekín’2008 en -91 kgs, donde fue derrotado en semifinales por Clemente Russo. A partir de aquí cambiaría su alias a “The Bronze Bomber”, asociando en él el metal ganado en la cita olímpica y la memoria del legendario Joe Louis, nacido también en Alabama.

En el profesionalismo comenzó en noviembre de ese mismo año. Wilder coleccionaría desde esta fecha, y hasta agosto de 2014, la cifra de 32 peleas. Todas ellas fueron ganadas antes del límite y en un máximo de 4 rounds. Primero ante hombres de poco nombre y luego con rivales de cierta valía como el excampeón mundial Liakhovich, Nikolai Firtha o su compatriota Malik Scott, en una eliminatoria WBC. Wilder era ya uno de los hombres importantes del poderoso mánager Al Haymon.

En Enero de 2015 llegaría el momento culminante de su carrera, cuando en el MGM de Las Vegas retara al campeón Bermane Stiverne. Wilder realizó aquí el mejor combate de su carrera y demostró que es algo más que el pegador de 2,00 metros que todos creíamos conocer. Siguiendo fielmente el plan diseñado por su entrenador Mark Breland (aquel gran campeón wélter de la segunda mitad de los 80), el púgil de Alabama impuso su jab para mantener alejado y castigar a su rival. La rapidez para dar un paso atrás ante el ataque de Stiverne y el uso selectivo de la potente derecha, hicieron el resto.

 Szpilka, la pelea bisagra

Con el título en su poder, la gente del púgil no se volvió loca y decidió realizar una serie de peleas para formar más al boxeador antes de enfrentarse a los grandes nombres. En Junio, el rival fue Eric Molina (KO 9º) y en septiembre el francés Johann Duhaupas (KOTº 11). Dos combates que le permitían crecer, por un lado, y por otro explotar su imagen e ir ganando mercado.

A pesar de que después debía enfrentar al ruso y excampeón Alexander Povetkin, las dos partes y el WBC estuvieron de acuerdo en permitir una defensa voluntaria más. El elegido fue otro hombre firmado por Al Haymon, Artur Szpilka, que garantiza en la zona de New York la presencia de un buen número de público polaco. Zurdo, fuerte, de boxeo ofensivo pero de mandíbula dudosa, Szpilka sólo ha perdido un combate; fue por KO y ante Bryant Jennings, otro estadounidense en el que se tenían muchas confianzas depositadas, pero que parece no haber pasado el corte de los rivales de nivel.

Wilder es el claro favorito en un combate donde su jab debe mantener alejado al europeo, amigo de ir avanzando en busca de su oponente mientras que mide la distancia con su derecha. La victoria del estadounidense le permitirá enfrentarse a Povetkin y, si gana, buscar un combate de unificación (Fury o Wladimir).

En la misma velada el ucranio Vyacheslav Glazkov y otro estadounidense, Charles Martin, se disputan también el título mundial pesado de la IBF, vacante desde que Tyson Fury lo dejara. El sábado USA podría tener de nuevo dos campeones mundiales de la división que dominaron prácticamente durante toda la historia.