La revancha entre Anthony Joshua (19-0, 19 KO) y Wladimir Klitschko (64-5, 53 KO) continúa cocinándose a fuego lento, salvándose uno de los grandes escollos para su realización. La IBF ha permitido que el británico pueda poner en juego su cinturón otra vez ante el ucraniano, en lugar de enfrentarse al aspirante oficial, Kubrat Pulev. El organismo estadounidense ha puesto dos condiciones para autorizar el combate: que el enfrentamiento tenga lugar antes del 2 de diciembre y que el ganador pelee con el búlgaro en su siguiente pelea.
Todo apunta a que Klitschko hará efectiva la cláusula de revancha, animado por su gran forma física y lo cerca que estuvo de noquear a Joshua. Eddie Hearn maneja varias ofertas para organizar el combate en Nigeria, Reino Unido o Las Vegas, posicionándose el Millennium Stadium de Cardiff (Gales), escenario de la final de la última final de la Champions League, como el que más opciones tiene de acoger la segunda parte entre Joshua y Klitschko. El recinto galés cuenta con una cubierta que permitiría a los 75.000 espectadores que se darían cita, disfrutar de la pelea sin que el tiempo se lo impida, pues en octubre o noviembre es más que probable que las inclemencias meteorológicas azoten a las islas británicas.