Nota de prensa

El equipo olímpico español de boxeo está completando unos últimos años espectaculares en lo que respecta a la consecución de méritos deportivos. A los tres cuartofinalistas en Tokio 2020 le han sucedido las cinco medallas logradas en los Campeonatos de Europa Masculinos de categoría Élite Ereván 2022, la histórica medalla de bronce de Laura Fuertes en los Campeonatos Mundiales Femeninos de la misma categoría celebrados en Estambul el año pasado y las tres preseas obtenidas de nuevo por los hombres en Taskent (Uzbekistán), en los Campeonatos Mundiales 2023.

Todos estos éxitos venían a acompañar a los conseguidos poco antes por hombres como Gabriel Escobar, con su oro en los Juegos Europeos/Campeonatos de Europa de Minsk 2019 o el bronce que Enmanuel Reyes Pla ganaba en los Mundiales de Belgrado 2021, y que posibilitaba que un español subiera al podio por segunda vez en la historia, después de que Enrique Rodríguez Cal lo hiciera en 1974 en La Habana, en la primera edición de la competición.

Pero no solo el equipo de categoría Élite, en hombres y mujeres, ha obtenido medallas y logros importantes, sino que los metales y las victorias han ido cayendo de forma regular año tras año en Joven, Junior y hasta Boxeo en Edad Escolar, categorías poco propicias hasta hace bien poco para nuestros deportistas; de hecho, la participación en alguna de ellas ni se concebía o, de hacerlo, con una representación lejana en números a las que hoy en día se manejan. El año pasado, incluso, en el curso de los primeros Campeonatos Mundiales que el boxeo español albergada, los de categoría Joven en La Nucía, se conquistaba la primera medalla en la historia de la competición para nuestro país.

¿Milagro en el boxeo español? No lo sabemos; pero sí un cambio drástico. Desde luego, hablamos de una generación de deportistas de talento y gran capacidad de sacrificio. Además, después de décadas casi bajo mínimos, el boxeo español está en pleno auge respecto a practicantes y competidores. Pero, junto a ello, hay otros factores que no deben olvidarse.

El seleccionador Rafael Lozano, doble medallista y diploma olímpico, ha sabido crear una estructura que se asemeja a la de otros países de nuestro entorno, los cuáles suelen contar con una mayor cantidad de presupuesto. Su experiencia y sapiencia, así como la elección de colaboradores de nivel, ha ayudado al cambio. Pero, además de las cualidades de unos y unas y la planificación de otro, se debe destacar un elemento más de la ecuación: el cambio radical que el aparato federativo ha dado desde la llegada a la presidencia del eldense Felipe Martínez y que posibilita que los recursos para el equipo nacional se hayan multiplicado. Y, lo importante, no solo en forma de una mayor aportación estatal, sino también (o, sobre todo) en la generación de recursos propios.

La Real (desde 2022) Federación Española de Boxeo ha debido batallar buena parte de su historia contra la deuda. Así, tras los Juegos de Barcelona y la llegada de Rubén Martínez a la presidencia, ésta parecía ascender a 114 millones de las antiguas pesetas, mientras que este mismo dirigente, tras abandonar su cargo (finales de 2000), defendía que se había reducido hasta los 20. Desde aquí, y ya midiendo solo en euros, esa deuda fue de nuevo creciendo hasta situarse, a 31 de diciembre de 2016, en 708.531,52 €.

En esta situación, alarmante y al borde de la intervención estatal, es en la que llegaba Felipe Martínez a la presidencia del organismo. El directivo tuvo que afrontar unos inicios terriblemente complicados, aunque pronto comenzaron a verse resultados en todos los frentes. En el económico, y con un plan de viabilidad que cumplir, Martínez empezó a enlazar ejercicios positivos como nunca antes se había visto, hasta sumar el 6º en las cuentas que presentará este verano a la Asamblea General.

A pesar de luchar contra la situación negativa y prometiendo, según sus propias palabras, “conseguir la deuda 0 al dejar el cargo”, Felipe Martínez ha propiciado que la actividad del equipo nacional crezca a nivel nacional e internacional en todas las categorías, algo que se considera esencial para aumentar la competitividad las y los componentes. El único secreto ha sido ir ensanchando el presupuesto respecto a los años previos, algo que se magnificó en 2022 gracias a diversos aspectos y a la organización de los Mundiales en la Nucía. “Es una labor de equipo – declara el presidente de la RFEBOX – Y mi rol en él es conseguir la mayor cantidad de recursos económicos para seguir creciendo deportivamente y gestionarlos de modo adecuado”.