Entre las rivalidades que trascienden del cuadrilátero, la de Nino Benvenuti y Emile Griffith forma parte de la historia de la Italia contemporánea. Después de tres memorables combates se inició una  amistad especial, especialmente cuando Nino Benvenuti, recientemente fallecido, ayudó a Griffith en sus últimos años, marcados por el alzheimer.

Su trilogía es una de las páginas más doradas del peso medio. El 17 de abril de 1967 en el Madison Square Garden de Nueva York, Benvenuti retó a Griffith por los títulos mundiales WBA y WBC. En una pelea intensa, Benvenuti se impuso por decisión unánime, en la que fue la mejor pelea del año para la revista The Ring. Este combate tuvo un seguimiento propio de un partido de fútbol de la selección italiana, y elevó a Benvenuti a la categoría de héroe nacional.

El 29 de septiembre de 1967 en otro recinto neoyorquino, el Shea Stadium, Griffith recuperó los títulos por decisión. El círculo se cerró el 4 de marzo de 1968, otra vez en el Madison Square Garden, que se estrenaba tras una remodelación. Benvenuti derribó a Griffith en el noveno asalto y se hizo nuevamente con los títulos por decisión de los jueces.

Las carreras de ambos continuaron con diferente reconocimiento en sus países. Sobre Griffith siempre pesó la carga del fallecimiento de Benny Paret, quien previamente había insultado a Griffith con un comentario relativo a su condición sexual durante el pesaje. La bisexualidad de Griffith le marcó a nivel social, como explicó a Sports Illustrated: “Me gustan tanto los hombres como las mujeres. Pero no me gusta la palabra homosexual, gay o maricón. No sé lo que soy. Amo por igual a ambos, pero si me preguntas cuál es mejor… prefiero a las mujeres”. En 1992, Griffith sufrió una brutal paliza a la salida de un bar gay en Nueva York, que aceleró su deterioro físico.

En sus últimos años, Griffith padeció alzheimer y requirió cuidados permanentes. Griffith se sintió marginado en Estados Unidos. A Benvenuti la vida le fue mucho mejor, con éxito en los negocios e incluso como actor. En 1980, Benvenuti pidió a Griffith que fuera el padrino de uno de sus hijos. Benvenuti siempre estuvo pendiente de las necesidades de su antiguo rival, al que llamaba para prestarle ayuda. En 2011, en la última aparición pública de Griffith, Benvenuti lo acompañó. El italiano tambien forjó una estrecha amistad con otro rival, Carlos Monzón.