Darío Pérez
@Ringsider2020

El cubano Mike Pérez (24-3-1, 15 KO) presenta una carrera llena de altibajos y marcada por una pelea que venció. Va a volver, tras casi tres años, a los cuadriláteros el próximo viernes 13 de agosto en Emiratos Árabes Unidos. Su idea es clara, ser campeón del mundo profesional como lo fue júnior en aficionados hace ya muchos años.

Nos ha recibido, a pesar de no conceder apenas entrevistas, justo antes de partir desde Alemania, donde está acabando su preparación, hasta Dubai, escenario de su combate. Os invitamos a conocer su historia.

-Mike, ¿Cómo estás? Te vemos en el gimnasio.
-Hola, todo bien aquí, sí, haciendo algo.

-Recordando un poquito tu historia, eres cubano, con buena carrera amateur y campeón mundial júnior. Pero llega un momento en que decides tomar otro camino…
-Llegó un momento donde en Cuba me era muy difícil seguir, por mi tamaño y mi manera de pelear, así que surgió la oportunidad de salir de allí y la aproveché.

-Fue una salida bastante peculiar, con un paso por México y acabas en Irlanda.
-La gente no sabe mucho lo que pasamos para salir de Cuba y hacernos profesionales del boxeo, porque no es lo mismo salir casado o alguna manera legal que hacerlo ilegalmente. Yo lo pasé mal, pero mejor que muchos cubanos que siguen saliendo hoy día en una balsa. Mi travesía a México fue también complicada, y allí pasé un mes; estar allí no fue difícil, pero el camino sí: un viaje de ocho horas nos costó dos o tres días por el mal tiempo en el mar.
Además, llegas a un país donde no conoces a nadie, el clima y el idioma son muy diferentes… Pero yo siempre digo que el cubano es como el chino, nos adaptamos a casi todo.

-Sobre tu carrera profesional, empiezas ya ahí en Irlanda, también con peleas en Reino Unido, pero todo va bien y estás 20-0 hasta que tienes un combate contra Magomed Abdusalamov. Le ganas, pero queda dañado y eso marcó tu trayectoria.
-(Tuerce el gesto y piensa unos segundos, hasta que finalmente contesta) Entiendo que todos me preguntáis por esto, pero nunca concedo entrevistas porque es un episodio por el que aún sigo sufriendo mensajes de abuso y me llaman incluso asesino diez años después, cuando eso nos pudo pasar a cualquiera, incluso a mí. Yo no quise que eso ocurriera, pero hay mucha ignorancia y gente que quiere hacer daño ahí fuera. No es culpa de nadie, como mucho de la esquina que no para el combate, pero son accidentes que suceden.
No supe cómo reaccionar a todo aquello, pero gracias a Dios encontré a una mujer súper buena que me ayudó a superar a esos obstáculos que me afectaron en mis dos primeras derrotas. Eso no solo le afectó al ruso, sino que me marcó a mí también física y mentalmente. Nadie se preocupó tampoco por mí, y desde ahí mi carrera cayó en altibajos, he estado muchas épocas sin pelear porque soy una persona leal y mucha gente del boxeo no lo es.
Tras aquello, caí en una depresión donde me refugié en la bebida, y la gente no sabe que llegué a pelear contra Aleksandr Povetkin borracho. No le importaba a nadie, mi exmánager me dejó subir así al ring, él sabía que yo tomaba mucho.

Nadie me ayudó de ningún modo, al contrario: yo peleé con él en noviembre y me fui a mi casa el fin de año posterior, y ese mismo mes me llamaron, sin recuperarme de las heridas por la dureza del combate con Abdusalamov, para pelear contra Carlos Takam. Yo aún tengo una costilla partida de la pelea contra el ruso, y no me cuidó ni trató nadie, ni fui al hospital. Para la pelea contra Takam solo entrené dos o tres semanas; me dieron empate, pero sinceramente creo que la perdí. Y todo lo que gané por enfrentarme a Takam, se lo doné a la familia de Abdusalamov.
Luego, con problemas personales, mensajes de la gente diciéndome que casi maté a un hombre, sin poder ver a mis hijos, fui cayendo en esa depresión. Cuando peleé con Jennings, ya estaba muy mal, y la gota que colmó el vaso fue cómo subí contra Povetkin. Pero, por otro lado, doy gracias porque sin ese KO duro igual nunca me habría despertado de lo que me estaba pasando. Yo seguí de fiesta, pero un día me levanté y dije a mi novia: “Hay que hacer algo, esto no puede continuar así”. Y tomamos medidas para arreglar la situación.

-Por eso no peleas en más de dos años, desde Povetkin en mayo de 2015 hasta mediados de 2017.
-No solo por eso. Yo salí de ese problema porque fui donde tenía que ir, pero no me daban peleas. Estuve diez meses en San Francisco peleando con Virgil Hunter, supuestamente para combatir, pero nunca me llegó la oportunidad. Y ahí yo empecé a bajar de peso, cuando me di cuenta estaba en 214 libras (97 kilogramos). Vi que podía bajar esas catorce y poder intentarlo en el peso crucero porque me sentía bien.
Ahí me salió la oportunidad de las World Boxing Super Series, contra Mairis Briedis. Yo no había peleado en crucero y llevaba dos años sin salir al ring, pero la bolsa era buena. (Pausa) Pero no sé realmente si lo fue, porque nunca me pagaron, se lo dieron al mánager y yo nunca vi ningún dinero.
Estuve después otro tiempo sin pelear, con cuatro o cinco meses en Los Ángeles entrenando, volví a mi casa, fui otra vez a Los Ángeles y allí ya me llegó un combate el día de mi cumpleaños, el 20 de octubre de 2018. Y fíjate, fue mi última vez hasta hoy en día. Me quedé allá otro mes porque iba a pelear con Makabu por eliminatoria WBC, y la semana antes de irme a África, se lesionó en un hombro. Yo entonces decidí irme a casa, porque llevaba mucho tiempo sin ver a mi esposa.

-¿Por qué no peleas entonces en casi tres años, desde esa fecha?
-Pues empezaron problemas con mi mánager. Que si un contrato que nunca había firmado lo sacaron no sé de dónde, y le quedaban unos años… así he pasado tres años sin pelear. Me he mantenido trabajando, porque lo perdí todo con ese manejador, y he aprendido que en este deporte no hay amigos. He tenido que emplearme para sacar a mi familia adelante en la seguridad, pintar, lo que apareciera por ahí. Y no podía hacer nada por ese contrato fantasma, yo contactaba con gente para pelear, pero no querían problemas porque decían que tenía que arreglar esa situación contractual. ¡Si yo no había firmado nada! ¿Qué problema tenía que solucionar? (Ríe irónicamente).
Luego llegó el covid, mucha gente me ofrecía combates para pelear mañana o en una semana… Y, a ver, el dinero me hacía falta. Todo el mundo boxea por dinero, pero yo no peleo solo por dinero. Si tú crees que eres mejor que yo, dame tiempo para prepararme y nos subimos al ring en igualdad de condiciones.

-Siento volver a lo de tu pasado, pero tú mejor que nadie sabes que es muy peligroso subirte ahí sin estar al cien por cien. Al boxeo no se juega.
-Exacto (asiente con la cabeza). Mucha gente me dice eso, que me han ofrecido cosas y no las he aceptado, incluso me escriben por redes sociales que si soy un “peleador de gimnasio” porque no he cogido combates incluso de título mundial con dos semanas. ¡Menuda cara! No se puede hacer un título así sin entrenar bien y con una bolsa de 30.000 dólares, que con lo que tengo que pagar de impuestos, campo de entrenamiento y el cambio a euros, me queda una paga de 4.000 euros. ¿Cuál es el título mundial que me estás ofreciendo? (Usa una expresión malsonante)

-Ahora vuelves, a tus 35 años, en Dubai, en una copromoción internacional. ¿Cómo te surge esta oportunidad?
-Como te digo, yo doy gracias por tener una mujer maravillosa, fuerte y que siempre me ha apoyado. Tres años sin pelear y ya al final casi me decía que, tras ese tiempo, quizá tendría que pensar en dedicarme a otra cosa y dejar de esperar. De repente, un muchacho que conozco puso algo en Instagram y estaba en mi situación, y Legacy (una promoción nueva) le había dado una pelea al momento. Les mandé un mensaje, porque no tenía nada que perder, y unos días después me escribieron de vuelta, hablaron conmigo y me dieron esta oportunidad.
Es una pena que no hubiera tenido este respaldo hace unos años, porque ahora mismo seguro que estaría en otra posición que la que estoy.

-¿Cómo está siendo la preparación? ¿Notas los tres años de inactividad?
-Para qué te voy a engañar, se me está haciendo larga esta semana previa a la pelea por la ansiedad que tengo de volver. Pero llevo tres años entrenando, corría todos los días, me levantaba a las 4 de la mañana para correr incluso cuando he trabajado en otras cosas, y he mantenido el peso bajo. Ahora que he vuelto a hacer rutinas de boxeo, sparring y demás, todo va muy bien.

-¿Cuándo vas para Dubai, sede de tu pelea del viernes?
-Salgo el domingo por la noche.

-Por lo que me dices, vas a hacer esta pelea en el peso crucero y seguir ahí.
-De momento, sí, no tengo problema para darlo. Ayer pesé esto (enseña el móvil, 90’4, ya dentro del límite crucero), estoy comiendo bien y no hay dificultades. Si todo sale bien y pudiera ser campeón de esta categoría, el próximo año miraríamos opciones para subir al pesado.

-Si ganas el viernes a Tony Salam, y me consta que hay otra pelea firmada a fin de año allí en Dubai, podrías ya optar a grandes cosas en este peso. No es uno de los que estén imposibles los cinturones con unificaciones o campeones imposibles de ganar.
-Esa es la idea, el crucero es un peso donde tenemos opciones y los cinturones dispersos, así que pienso que ganando este viernes y un par de peleas más, podríamos ya hacer el título.

-¿Qué se pueden esperar los aficionados españoles cuando este 13 de agosto vean tu pelea en FITE TV, qué tipo de combate veremos?
-(Con cara de felicidad) Bueno, al Mike Pérez de siempre, al que están acostumbrados. Yo no soy un peleador que corre, yo voy a por la victoria. Ahora soy un poquito más móvil, pero estoy rápido, eso es lo que tiene que esperar el público español. Y les digo, y a los hispanos en general, que regresó papá (amplia sonrisa). Que estén atentos y muchas gracias por el apoyo, vamos a salir adelante.
Por cierto, tengo buenos amigos en España. Uno de ellos está en Málaga, Luca Giacón.

-Ojalá sea esta vuelta el principio de la mejor época de tu carrera. 35 años es una edad en la que aún se puede hacer mucho en el mundo del boxeo, sobre todo en los pesos altos. Ahí está gente de tu edad como Joe Joyce o el propio Takam incluso mayor. Gracias por tu sinceridad y mucha suerte.
-A vosotros, muchas gracias por este rato. Bendiciones.

La entrevista completa podrá verse esta noche aquí, justo cuando termine la velada de DAZN en Inglaterra.