Emilio Marquiegui
@EmilMarquiegui
Photo: Dave Thompson – Matchroom Boxing

Gracias principalmente a DAZN, estamos viviendo en directo grandes veladas de boxeo desde el Reino Unido, con púgiles de renombre y también con otros a los que estamos conociendo afortunadamente.

En paralelo, pero desgraciadamente, también estamos conociendo a fondo a algunos árbitros y jueces británicos. Y varios dejan mucho que desear, haciendo valorar todavía más a los nuestros, que tienen sus errores como tenemos todos, pero muestran un nivel superior en algunos casos a los del Reino Unido.

Hay un árbitro-juez llamado Steve Gray, del que hoy vamos a hablar, que nos tiene auténticamente decepcionados y soliviantados. No solo por la actuación del pasado sábado en el combate entre Lewis Ritson y el argentino Jeremías Ponce, con una lamentable actitud tras salir la toalla de la esquina de Ritson, sino también por sus horrendas puntuaciones como juez, entre otras en el Zelfa Barrett-Kiko Martínez, 118-111 para el inglés Barrett (¡Solo dos asaltos para Kiko!) y en el campeonato mundial entre Dmitry Bivol ante el inglés Craig Richards, con paseo de Bivol, pero dando Gray una puntuación de solo 115-114 para el ruso.

Aunque lo del pasado sábado fue de gravedad mayúscula. Lewis Ritson, sin reaccionar al fulgurante inicio del argentino, recibió un potente y creciente castigo, teniendo mínimas posibilidades de remontar al llegar al décimo asalto. Entonces se produjo la prevista caída de Ritson y después el vuelo de la toalla de su esquina en señal de abandono, además esquina encabezada por el propio padre del inglés.

Pues Steve Gray hizo caso omiso, sacó la toalla del ring (en la foto) y permitió que Ritson siguiera siendo vapuleado, incluso tras otra caída en la que podría haber aprovechado para parar la pelea, y aguantando nada menos que hasta una tercera caída. Absolutamente impresentable, soberbio, indecente y pésimo árbitro.

Según el reglamento, el árbitro es el único que debe parar un combate, que ni el médico ni una toalla pueden alterar sus decisiones, pero si un doctor te aconseja que la lesión de un púgil es grave, el árbitro para el combate, y si una esquina con la toalla reconoce que su pupilo está en preocupantes condiciones para continuar, alguien simplemente por humanidad o por sentido común debe parar el castigo hacia un deportista indefenso por lo maltrecho de su físico. Al margen he de decir que no estoy de acuerdo con prohibir lanzar la toalla, es algo necesario y apegado totalmente al noble arte.

Este Gray debería entrar en la nevera varios años, pero donde los cubitos de hielo, que hace más frío. Alguno dice que de la esquina tendrían que haber subido los segundos para que les hiciera caso Gray, aunque también podrían haber subido con la policía y un juez o armados hasta los dientes, pero no, es el árbitro el deplorable actor protagonista de una acción que podría haber terminado en un grave perjuicio físico para Ritson. La esquina manda en el equipo, y cumplió con su deber de salvaguardar la vida de su boxeador.

No es la primera vez que Gray, como árbitro, tiene fallos garrafales, y como juez ya hemos referido algunos. DAZN o los promotores o quien sea, deberían intervenir ante la Federación Británica para que se sancione a este individuo.

Una pena conocer las graves deficiencias de algunos réferis. Y no nos olvidamos de Michael Alexander o Terry O’Connor, jueces británicos que dieron el triunfo a Ritson ante «Títere» Vázquez, en un robo descomunal el pasado mes de octubre.

Hay algunos mejores árbitros, por ejemplo en España, de donde podrían viajar hasta el Reino Unido habitualmente y poner orden en el otrora respetado, pero ya irregular arbitraje británico.