Daniel Pi
@BastionBoxeo

Mucho más que superar con la mejor nota posible una prueba de extrema complejidad, Hiroto Kyoguchi (9-0, 7 KO) demostró por qué se le considera una estrella en ciernes, ya que, ante uno de los mejores boxeadores de la división, el nicaragüense Carlos Buitrago (30-3-1, 17 KO), se mostró implacable, consiguiendo retener por primera vez su cetro IBF del peso mínimo con un nocaut técnico en el octavo asalto y una actuación realmente brillante.

Kyoguchi fue un vendaval desde el comienzo, lanzándose a por su oponente con fieras y velocísimas ofensivas con series de directos, uppercuts de izquierda enlazados con ganchos al torso con este mismo puño, brutales combinaciones de hooks y un sinfín de otros golpes que apabullaron a un experimentado peleador como Buitrago. Éste intentó jabear y desplazarse, intercambiar golpes en corta o escoger puños desde la distancia media-larga, pero nada tuvo resultado ante un Kyoguchi que se mostró infinitamente superior en cada distancia, que tuvo una efectividad altísima y que dejó plásticas acciones, como una fugaz entrada con uppercut diestro sucedida por un cambio de línea hacia la derecha y cerrada con un durísimo gancho zurdo.

Primeramente Buitrago, que hizo gestos pretendiendo señalar que los golpes no tenían efecto, perdió su frecuencia de ataque, posteriormente se le inflamó el rostro y su dinamismo se desvaneció y finalmente a duras penas pudo mantener en alto los brazos. Así, después de un séptimo asalto en el que recibió mucho castigo, en el octavo round varios derechazos y alguna izquierda curva llevaron al tercer hombre a considerar, acertadamente, que era el momento de parar el encuentro, totalmente roto y decantado.

Hoy ni un solo peso mínimo de la actualidad hubiese podido imponerse a Kyoguchi, ni siquiera el número 1 Menayothin, ya que su acometividad, potencia, rapidez y precisión resultaron sin parangón en la división. Es posible que una unificación ante uno de los monarcas tailandeses no llegue a materializarse, aunque quizás sí ante su compatriota Ryuya Yamanaka, pero no le harán falta estos combates para situarse como la figura hegemónica de la categoría más ligera si sigue ofreciendo tan buenas actuaciones ante tan complicados rivales.