Daniel Pi
@BastionBoxeo

El excampeón mundial del peso semipesado Sergey Kovalev (34-4-1, 29 KO) (a la izquierda en la imagen) durante las últimas semanas ha sido blanco de durísimas críticas por su actuación contra Canelo. Y es que, habiendo vendido Golden Boy Promotions y parte de la gran prensa estadounidense que la pelea era un reto enorme para el mexicano, que ascendía dos divisiones, muchos cayeron en la trampa y creyeron que Kovalev seguía siendo el boxeador que asombró al mundo años atrás y no su diluida versión actual, un púgil con gravísimos problemas de resistencia y de disciplina, que a duras penas da el peso, que venía de una pelea exigente físicamente y que tiene que evitar poner poder en sus puños para no desfondarse.

Por ello, contrastando lo que la propaganda afirmaba que iba a ser Kovalev en su combate contra Canelo con lo que realmente fue, muchos aficionados se sintieron tremendamente decepcionados, llegando a señalarse incluso que el ruso se había dejado ganar.

Harto de tales acusaciones, que han llegado en gran número, Kovalev ha realizado unas declaraciones en las que ha querido dejar claro que no podía ganar la pelea por haber encadenado campamentos de entrenamiento (algo que puede resultar durísimo para un púgil veterano y con su físico venido a menos) y padeciendo tanto para dar el peso semipesado. Es más, señaló que, consciente de que no podía vencer, simplemente aceptó la pugna por dinero, siendo este fragmento el más llamativo:

Al aproximarme a esta pelea, estaba tan agotado por los entrenamientos para los tres combates anteriores que no tuve la fuerza para lanzar golpes potentes con la mano derecha. El deporte profesional es un trabajo. No estoy en este deporte por medallas o premios. Estoy en este deporte por dinero. Sería una tontería rechazar una oferta económica tan buena, por supuesto que la acepté. Dadas las condiciones, era imposible que ganase. Sois unos ignorantes porque pensasteis que podía ganar. Di ese peso con tormento y noches sin dormir porque era una oferta económicamente interesante”.

Más allá de la críticas que se puedan hacer a la falta de ética de Kovalev y de su entrenador, que vendieron la pelea como un gran duelo cuando en realidad sabían que no estaba en condiciones de poder vencer, la cuestión clave es de nuevo cómo es justo darle tanto crédito como se le está dando a Canelo por este triunfo.

Aunque destacados analistas norteamericanos llegaron a mentir deliberadamente afirmando que Kovalev era el número 1 de la división en ese momento (es evidente que no está actualmente al nivel de Beterbiev ni de Bivol), ahora sabemos que el ruso ni siquiera consideraba posible poder vencer con 10 semanas de preparación sufriendo tanto para dar el peso, con una condición física cada día más degradada y además teniendo que hacer frente a una cláusula de rehidratación.

De todos modos, todo se puede tergiversar y, aunque es un hecho que Kovalev no ha vuelto a lanzar con potencia su derecha desde su derrota contra Eleider Álvarez y que su cantidad de golpes de poder se ha reducido enormemente desde 2016, evidenciándose por enésima vez ante un Yarde sin experiencia de calidad que pasado el sexto round padece bajones de rendimiento críticos que pueden ser explotados, los fans de Canelo siempre encontrarán una excusa para alabarlo.

Así, sus seguidores alegarán que Yarde era un invicto de gran destreza que fue vencido con inesperada facilidad por Kovalev, que la nula separación entre campamentos de entrenamiento hizo que el ruso estuviese más rodado pero no más cansado, que el “Krusher” que se enfrentó a Álvarez hubiese podido derrotar a Beterbiev y a Bivol y otras decenas de falsos argumentos con los que pretenden alegar que Canelo no sólo es el número 1 de todos los pesos sino que también es el número 1 de la historia de México por delante de boxeadores como Julio César Chávez, Marco Antonio Barrera, Salvador Sánchez, Rubén Olivares o Ricado López y, lo que es más insultante todavía, que es un top 15 de todos los tiempos del boxeo mundial.