José Manuel Moreno
@josemorenoco

El ruso Sergey Kovalev (26-0, 23 KO) se impuso a Bernard Hopkins (55-7-2, 32 KO), de 49 años y 10 meses, por decisión unánime en combate celebrado en el Boardwalk Hall de Atlantic City (EEUU). La derecha que envió a la lona a Hopkins en el primer asalto, nos puso en antecedentes de cual sería la pauta de esta súper pelea. Kovalev ganó claro, y posiblemente todos los asaltos, pero tuvo, primero, que ejecutar un inteligente plan de ataque, y segundo, plantar cara a un «cincuentón» que le disputó todos y cada uno de los segundos del combate. En el octavo asalto muchos creyeron que hasta ahí había llegado el «Alien» de Filadelfia, pero aunque tambaleante, consiguió llegar al tañido de la campana. Y el último episodio, con el combate más que ganado por el formidable peleador ruso, fue un guiño a los 8.545 espectadores que asistieron al combate. El Bernard Hopkins más atacante de la historia. Él, que presume y con razón de ser el mejor boxeador defensivo de siempre, ante un Kovalev que no sabe contemporizar ni con la pelea en el bolsillo, proporcionaron tres minutos impagables en los que pudo pasar cualquier cosa. Fantástico. «Es el mejor rival que tuve jamás, le ganaría fácil a Stevenson» proclamó el nuevo campeón mundial unificado IBF-WBA-WBO de los semipesados. «No pude con su plan de ataque, fue mejor» sentenció el fenómeno estadounidense, que ha vendido cara su derrota. Aunque las cartulinas sean concluyentes: 120-106 y 120-107 (2). Kovalev seguirá su senda de triunfos, tiene 31 años y una forma de boxear ingobernable, y Hopkins… hará lo que quiera, él ya es inmortal en el deporte.