Odín Bernades
@Odin_8onzas

Tal y como comunicó hace unos días en sus redes sociales, el mejor boxeador español del siglo XXI, uno de los grandes de todos los tiempos y nuestro último gran referente pugilístico a nivel mundial, el ilicitano y leyenda viva del boxeo español Kiko Martínez (44-12-2, 31 KO) decidió tras una espectacular carrera colgar los guantes a sus 37 años.

Cuatro veces campeón europeo del supergallo, dos veces campeón europeo pluma, tres veces campeón mundial IBF supergallo y una vez campeón mundial IBF pluma, Kiko lo ha ganado casi todo en el boxeo, nos ha dejado noches inolvidables y sobre todo, mantiene un recuerdo imborrable en todos los sitios del mundo por donde ha pasado; por su humildad, por su sencillez, también por su valentía, por su garra, por su sacrificio y por su trabajo por y para el boxeo. Por todo ello es considerado uno de los más grandes de la historia del boxeo español.

Hemos podido charlar con la leyenda para saber sus cómo vivió el momento de su retirada, repasar su extensa carrera, hablar sobre su futuro y muchas cosas más.

– Llegó el momento de la retirada. ¿Cómo te sientes después de tan complicado momento? ¿Ha sido fácil decidirse, o todo lo contrario?
– «Sinceramente, ha sido muy difícil retirarme del boxeo. Desde niño, este deporte lo ha sido todo para mi, pelear me hacía una grandísima ilusión. En cualquier peso y en cualquier momento, lo único que he querido siempre es pelear, hasta ahora. Creo que he decidido lo mejor y el momento adecuado para poder marcharme del boxeo sano y sin grandes problemas físicos era este. Ya no tengo tanta necesidad como hace un tiempo para alargar mi carrera, así que he puesto más en valor mi salud que el dinero y dejar de seguir remando a la espera de posiblemente nada. Ahora toca descansar tanto el cuerpo como la mente y dedicarme a mi familia, que han estado todo el tiempo entregándose a mi locura”.

– Supongo que esperabas alguna opción de combate importante antes de retirarte.
– “Evidentemente que lo que me hacía seguir en esto era la opción de volver a disputar un gran combate. A mi edad ya no me motivaba seguir para asumir peleas a ocho o diez asaltos con un rival asequible. Para mí siempre ha sido muy importante y una motivación poder medirme a los mejores boxeadores, a aquellos que eran mejores que yo. Entregarme y afrontar durísimos campamentos, intentar ganar a los cocos como he hecho en toda mi carrera. Estaba esperando otro reto importante, obviamente esto no estaba sucediendo y decidí dejarlo y descansar ya que la espera me estaba provocando ansiedad y me estaba perjudicando tanto mental como físicamente”.

«Lo mejor fue mi primer mundial en EE. UU., lo peor, la derrota ante Scott Quigg»

– ¿Ha habido posibilidad real de poder despedirte peleando en España, ya sea por título o sin título en juego? ¿Te hubiera gustado?
– “Para serte sincero, realmente en este momento ya no me motivaba ni tenía la ilusión de hacer un combate en alguna velada de perfil medio aunque hubiera sido en mi tierra y terminar así mi carrera, lo que yo buscaba y necesitaba ahora era retirarme en un gran evento como en Japón, eso creo que era importante y necesario. No quería terminar mi historia de otra manera”.

– ¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de todos estos años como boxeador?
– Lo peor y lo que me ha costado gestionar más en toda mi carrera, ha sido esperar esas llamada telefónicas que me dieran la oportunidad de entrar en las grandes ligas y como te decía antes, la ansiedad que eso me provocaba. Yo siempre tenía que estar entrenando todos los días y estar siempre a punto ya que normalmente me avisaban con poco tiempo. Lo mejor de mi carrera ha sido poder viajar y competir por todo el mundo, boxear contra los mejores púgiles del planeta en dos divisiones, haber podido conocer muchos ídolos de mi infancia y evidentemente también y cómo no, haber sido campeón de Europa y del mundo hasta en dos pesos”.

– ¿Tu mejor momento y más inolvidable o emocionante encima del ring? ¿Y el peor?
– “Sin duda el mejor momento de mi carrera fue cuando me coroné campeón del mundo por primera vez en 2013, derrotando al Momo Romero y encima en Estados Unidos. Esa fue la pelea más ansiada, el momento más soñado y el mejor con diferencia. Para mí eso fue muy bonito e inmensamente maravilloso. El peor recuerdo que tengo de mi carrera y también sin dudarlo, ha sido mi combate en Mánchester en 2015 cuando perdí contra Scott Quigg».

«Hubiera sido maravilloso pelear en Las Vegas»

– ¿Crees que te vas debiendo algo o con alguna espina clavada, algún otro título que te hubiera gustado ganar, algún boxeador con el que hubieras querido medirte, algún recinto o estadio que te hubiera gustado conocer y pelear?
– “Pues la verdad es que yo siempre soñé con boxear en Las Vegas, para mí hubiera sido algo maravilloso. Ya estuve allí aunque por desgracia no he podido boxear. Sí que he peleado varias veces en Estados Unidos, en grandes escenarios como Los Ángeles, Atlantic City o Nueva York, pero mi sueño siempre había sido poder pelear en Las Vegas. No pudo ser ya que los boxeadores no podemos decidir, yo nunca decidí dónde pelear o dónde no. Siempre he estado a la espera para que contaran conmigo y si, se puede decir que una de las espinitas que tendré clavadas es el no haber podido boxear en Las Vegas”.

– ¿Qué crees que te deparará el futuro? ¿Tus planes pasan por seguir ligado al boxeo como entrenador o promotor, o aún es pronto para saberlo?
– “Yo seguiré ligado al boxeo como entrenador. Intentaré aprender de los mejores entrenadores del mundo. También he aprendido y sigo aprendiendo de todas las experiencias que he vivido durante toda mi carrera. Mi enfoque será este, ser entrenador y nada más. Es lo que se me puede dar bien, enseñar a otros boxeadores, no quiero ser mánager ni promotor, no lo sé hacer y tampoco quiero hacerlo. Lo único que me va a motivar será entrenar a los jóvenes, cuidarlos y llevarlos por el mejor camino posible”.

– Tras tantos años como boxeador, ¿Qué crees que es lo que debemos cambiar en el boxeo español para seguir mejorando?
“Lo que va a hacer cambiar de verdad y para bien al boxeo español va a ser el apoyo de los medios de comunicación, sobre todo el televisivo. Con una televisión que apoye el boxeo poco más se necesita para crecer. Con eso educar y hacer ver al público que que se necesita que vengan cada vez más al boxeo en directo pagando su entrada. No hay más, simplemente con eso el crecimiento sería brutal”.

– ¿Cuál crees que puede ser el boxeador o boxeadores, hombres o mujeres, que pueden coger el relevo como referentes pugilísticos españoles y llenar ese vacío que dejas?
“En España tenemos grandes boxeadores en la actualidad. Está Sandor Martín, Jon Fernández, Samuel Molina, entre otros. Muy buenos boxeadores que están saliendo y empezando y también varios olímpicos con mucho nivel que traerán medallas a nuestro país y el día de mañana van a volver a darnos muchas alegrías sin duda. No creo que deje el boxeo huérfano, el boxeo español tiene grandes deportistas y lo han estado demostrando como un clasificado número uno a nivel mundial como Sandor, tenemos campeones de Europa, también sigue dando guerra “El Niño” Sergio García, muchísimos boxeadores. Kiko Martínez no estaba solo, simplemente era un pilar más de nuestro boxeo. Hay y seguirán habiendo grandes púgiles nacionales, al igual que el boxeo femenino con boxeadoras consagradas como Mary Romero, Jennifer Miranda, entre otras tantas. No quiero personalizar ni olvidarme de ningún nombre pero creo que gozamos de buena salud en cuanto a cantidad y nivel de boxeadores”.

– El ilicitano termina como siempre, agradeciendo el cariño recibido todo este tiempo:
“Quiero agradecer a Espabox por estar ahí siempre pendientes durante toda mi carrera y sobre todo y en especial a todos los aficionados y seguidores por haberme apoyado y dando aliento tanto en las victorias como en las derrotas, por no dejar nunca de creer en mí, siempre creísteis que lo podía conseguir y estuvisteis remando conmigo en todo momento. Siempre me he sentido arropado allá donde he viajado, ya sea Japón o Reino Unido y os agradezco a todos los que os habéis desplazado para verme alguna vez. Estaré eternamente agradecido con todos vosotros, sin duda alguna”.

Le deseamos todo lo mejor al bueno de Kiko y también en su futuro como entrenador. Ha sido un placer y un gran honor para el que os escribe, haber podido conocer y entrevistar a una de las leyendas vivas del boxeo español. Larga vida al box.