Darío Pérez
@Ringsider2020

El Sheffield Arena, casa de Kid Galahad, recibía esta noche a Kiko Martínez como convidado de piedra para la primera defensa del mundial IBF del peso pluma del británico de origen catarí, en gala organizada por Matchroom Boxing.

Pero el español, el púgil más laureado del siglo XXI, uno de los grandes de todos los tiempos, dio la campanada. Las apuestas estaban muy en contra, pero con un combate que llevaba a remolque, resolvió con sus bombazos característicos en el quinto, y remató en el sexto asalto.

Kid Galahad (28-1, 17 KO) se presentaba como amplísimo favorito para apostantes y cronistas anglosajones; no tanto para los que conocemos a Kiko Martinez (43-10-2, 30 KO), la afición española y buena parte de nuestros amigos hispanos, que en la parte sur de América tampoco dudaban de las capacidades del de Torrellano.

Galahad salió con autoridad, buscando la parte central del ring y utilizando tanto el jab como las combinaciones, que hicieron cierto daño a Kiko en la mitad del asalto, algo de lo que se recuperó el alicantino. Seguía el británico, instalado a veces en guardia zurda, puntuando mejor y dominando las acciones, aunque el de MaravillaBox, alentado por algunos españoles en el Sheffield Arena, buscaba muy poco a poco acercarse y entrar en una corta distancia que teóricamente le podría beneficiar. Al irse tras el tercer asalto, Kiko presentaba un corte en la ceja derecha, que no parecía preocupante en ese momento.

El golpe del KO definitivo

Nuestro compatriota mejoró en el cuarto episodio, mostrándose más entonado y ejerciendo más presión sobre el campeón, que, muy a nuestro pesar, se había llevado en las cartulinas los primeros tres parciales. La tendencia se mantuvo en un quinto asalto donde Kiko se afianzó y recuperó «sensaciones» (disculpen el chiste) hasta que, en sus instantes finales, un croché por fuera de la guardia de Galahad derribó al local. En la entrada del sexto asalto, una nueva mano curva explosionó en el rostro del ya excampeón, que no se pudo levantar, porque el cinturón tiene un nombre, tiene un dueño, tiene un vientre en el que lucirse. El de nuestro Kiko Martínez.

Increíble hazaña, ya tiene cuatro títulos mundiales y cinco europeos, casi nada.

En otros combates de la noche, la poseedora del cinto WBC superpluma Terri Harper (11-1-1, 6 KO) cedió sin paliativos ante la retadora estadounidense Alycia Baumgardner (11-1, 7 KO). Tras un buen inicio de la británica, Baumgardner puso en apuros a Harper en el segundo asalto con duras manos, algo que se acentuó en los siguientes rounds, cuando, en una entrada de la invicta, una mano curva impresionante a la sien dejó a Harper KO de pie, absolutamente indefensa y girada; el árbitro, excelente, paró las acciones al interponerse entre ambas. Gran sorpresa, merecido triunfo de la americana plena de contundencia con toda justicia dejándose la ya excampeona su condición de invicta y casi intocable en la noche de hoy.

El Campeonato de Europa del Peso Crucero enfrentaba al campeón, Chris Billam-Smith (14-1, 10 KO), y al aspirante francés Dylan Bregeon (11-2-1, 3 KO). Desde los primeros asaltos, el galo presentó un copioso sangrado por la zona ocular en una pelea bastante trabada, con mucho agarre y pocas combinaciones. Billam-Smith era mucho mejor que el limitado Bregeon, y se llevaba todos los rounds por el mero hecho de proponer algo, deteriorando el físico del retador. La EBU debería plantearse aceptar campeonatos continentales con púgiles que vengan de derrota, pues no se corresponde el prestigio del título con el pobre espectáculo vivido. 120-109, 119-109 y 119-109 fueron las puntuaciones a favor del aún campeón.

En los combates iniciales, un título regional inglés del peso superligero vio a Dom Hunt (8-0, 1 KO) imponerse (98-93 a los puntos) sobre James Flint (9-1-1, 2 KO) y, en la categoría ligera, el joven Donte Dixon (6-0, 3 KO) se midió a Jordan McCorry (19-8-1, 4 KO), superando una prueba en la que aprendió muchísimo, ya que se tornó en dura batalla por momentos. Se impuso Dixon en puntuación única de 77-73.