Jesús Archivet

El boxeador ilicitano Kiko Martínez (36) vivirá su segunda juventud este 29 de octubre, al enfrentarse al pugilista inglés Jordan Gill (28), en el Wembley Arena de Londres. En el combate estará en juego el título europeo del peso pluma.
Kiko Martínez ve este combate como una oportunidad para relanzar su carrera, a pesar de haber perdido el título mundial de la IBF el pasado mes de marzo.

En una entrevista a la revista norteamericana «The Ring», Martínez ha expresado que Gill es «un boxeador muy completo, le respeto como si fuera un campeón mundial y sé que lo va a dejar todo en el ring para vencerme». El púgil español añadió que este es uno de los momentos más importantes de su carrera y que «no hay otra posibilidad que la victoria, esta es mi última bala».

Más de medio año después de su polémico combate ante Josh Warrington, donde defendió su cinturón sin éxito, Kiko vuelve para hacer historia. En marzo no faltó la polémica, ya que el británico lanzó diversos golpes con la cabeza que provocaron heridas en el rostro de Martínez.
Desde entonces, la estrategia de Kiko ha girado 180º. Ahora su entrenador es Gabriel Sarmiento, quien le preparó para ganar su primer título mundial en 2013. Martínez ve esta alteración de su vida profesional como una inyección de adrenalina.

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Kiko lo tiene claro, quiere ser el campeón y en su cabeza solo existe la palabra «ganar». Llegar a lo más alto y recuperar de nuevo la corona. Este sábado, el experimentado boxeador tendrá la oportunidad de brillar, así como cuando fue campeón del mundo en el peso supergallo en 2012 y en peso pluma en 2021.

En la esquina contraría, encontrará a Gill quien tiene un récord de 27 victorias, 1 derrota y 1 empate, 8 de sus éxitos fueron por la vía del nocaut. Un boxeador que, a pesar de su juventud, ha vencido al exaspirante al título mundial César Juárez.
Gill es un guerrero dentro del ring. Ganó fama en su pelea contra Karim Guerfi a quien dejó KO en el noveno asalto, en febrero de 2022. Las estadísticas no favorecían en lo absoluto a Gill e incluso llegó a besar la lona. Sin embargo, el de Leicester resurgió, esquivando la derrota, como si de un milagro se tratase y golpeó al francés hasta lograr la victoria. En ese instante Gill, tras sonar la campana, se convirtió en el nuevo campeón de Europa del peso pluma.